Respuestas
Respuesta:
Las áreas forestales son el hábitat del 65% de la diversidad de especies terrestres
existentes en el mundo (Lindenmayer & Franklin 2002); esto indica que su protección
en parques y reservas, así como la adopción de buenas prácticas de manejo en los
bosques de producción y la restauración de ecosistemas forestales degradados,
son parte esencial de una estrategia integral de conservación de la biodiversidad
(Lindenmayer et ál. 2006).
La diversidad biológica o, de manera abreviada, la biodiversidad, consiste en toda
la variedad de formas de vida existentes en el planeta (Wilson 1992). El término
biodiversidad se refiere no solo a la variedad de especies de plantas, animales, hongos
y microorganismos, sino también a la diversidad genética existente dentro de las
poblaciones de las distintas especies, y a la diversidad de ensamblajes de especies
en las comunidades bióticas interactuando con el medio físico en distintos tipos de
ambientes. Conservar la biodiversidad implica mantener a largo plazo esta diversidad
genética, de especies y de ecosistemas (Hunter & Gibbs 2009, Primack et ál. 1996).
En México, tanto la legislación vigente y el marco normativo, como los programas
gubernamentales del sector forestal, han incorporado en los últimos años objetivos,
Explicación:La Conafor y su Proyecto especial “Biodiversidad en Bosques de Producción y
Mercados Certificados “, plantearon la necesidad de elaborar la presente guía para la
“Caracterización y clasificación de hábitats forestales”.
Esta guía se centra en una propuesta metodológica para la caracterización y
clasificación de los diferentes tipos de hábitats que se encuentran en las áreas
forestales. Parte del principio de que la pérdida y degradación de hábitat es la principal
causa de disminución de la biodiversidad (Hunter & Gibbs 2009, Primack et ál. 1996)
y que la transformación de los hábitats forestales por las prácticas de silvicultura y
ordenación es también el factor principal de impacto sobre la biodiversidad en el
manejo forestal (Harris 1984, Lindenmayer & Franklin 2002). El manejo forestal es,
al fin de cuentas, manejo del hábitat, por lo cual los silvicultores deben tener la
capacidad de diseñar buenas prácticas de silvicultura y ordenación que favorezcan la
conservación biológica en bosques de producción (Jardel 2014a, 2014b).
Conservar especies es, un objetivo central de una estrategia de conservación de
la biodiversidad. Sin embargo, para lograr de manera efectiva el cumplimiento de
un objetivo como este, es esencial conservar las condiciones de hábitat que hacen
posible, a su vez, la persistencia de las especies. Esto último depende de que las
especies puedan encontrar en los hábitats forestales de las unidades de manejo,
los requerimientos ambientales necesarios para su reproducción, crecimiento y
sobrevivencia.
En los bosques manejados, las condiciones del hábitat son un producto de las
intervenciones de manejo (Thomas 1979). Las condiciones de los hábitats forestales
hoy en día, son en gran parte resultado de las intervenciones de aprovechamiento
forestal y las prácticas silvícolas aplicadas en el pasado. En muchos casos, estas
intervenciones y prácticas han tenido impactos negativos sobre los hábitats,
especialmente por la reducción significativa de rodales de etapas avanzadas de
la sucesión y la fragmentación (Harris 1984), la simplificación de la composición
Guía para la caracterización y clasificación de hábitats forestales 15
y estructura de los rodales (Franklin et ál. 1997), la eliminación de componentes
estructurales del hábitat, la alteración de la vegetación ribereña y el impacto de la
construcción de caminos (Lindenmayer & Franklin 2002).
La caracterización del hábitat y el estudio de los requerimientos ambientales
de las especies de organismos vivientes, ha sido un tema central de la ecología,
la conservación biológica y la silvicultura desde su origen (Leopold 1936). Los
trabajos clásicos de Humboldt sobre la distribución de las especies de plantas, la
caracterización de zonas de vida para explicar la variación de hábitats a escala del
paisaje en el trabajo de autores como Merriam o Holdridge o la explicación de
la evolución biológica por selección natural en las obras de Darwin y Wallace, son
algunos ejemplos de la consideración del hábitat y los factores ambientales como un
tema central para explicar los patrones y procesos ecológicos y evolutivos que influyen
en la biodiversidad. El manejo de hábitat es una cuestión central para el manejo de
fauna silvestre (Leopold 1936) y la base para la conservación de la biodiversidad en el
manejo forestal (Thomas 1979, Harris 1984, Lindenmayer & Franklin 2002).
Existen diferentes métodos y técnicas para caracterizar y clasificar hábitats (Thomas
1979, Pfister & Arno 1980, Hoover & Wills 1984, Cooperrider et ál. 1986,
Explicación:
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