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Respuesta:
La nueva economía de la naturaleza coloca su fe más profunda en la racionalidad
económica. Amplía la noción del homo oeconomicus a la nueva esfera de la natura oeconomica.
Aún si creemos en el potencial económico, esta es una apuesta extremadamente riesgosa.
La experiencia con los emblemáticos instrumentos económicos de mercado, esto es, el
comercio de emisiones, muestra que se requiere de una cantidad colosal de regulaciones para
que un instrumento como ese resulte operativo. No obstante, muchas de las organizaciones
ambientalistas grandes comienzan a suscribir esta línea de argumentación y cantan las
alabanzas de los nuevos instrumentos para la valorización de los servicios que prestan los
ecosistemas. Una razón que explica lo anterior, es que no obstante la gran necesidad de
fondos, las arcas públicas para la conservación de la naturaleza y la biodiversidad están vacías
en todo el mundo. Incluso en un país como Alemania, las autoridades responsables de la
conservación de la naturaleza se han visto afectadas por una “esclerosis” de recursos humanos
y económicos que las paralizan. La falta de personal y la falta de fondos afectan cada nivel del
oficialismo de la conservación. Por lo tanto, los nuevos instrumentos basados en el mercado
son vistos y recibidos como fuentes de financiamiento innovadoras, que harán atractivas la
conservación de la naturaleza y la biodiversidad para el sector privado.
Explicación: espero que haya sido de buena ayuda :)