Respuestas
Respuesta:
Explicación:
Se puede decir que dos sistemas dominaron el siglo XX: el sistema capitalista y el sistema socialista. 1
1 Sostengo que el término «sistema comunista» puede tomarse como sinónimo de «sistema socialista».
Sin embargo, este juicio no es auto-evidente por sí mismo. Suele encontrar tres objeciones.
(I) La primera objeción es que es exagerado e injustificado mencionar el sistema socialista junto con el sistema capitalista, casi en paralelo con él. En términos de historia mundial, el sistema socialista fue solamente un breve interludio, una aberración temporal en el curso de los acontecimientos históricos.
Esa visión bien podría ser la que los historiadores adopten en 200 años, pero no es la forma en que los que vivimos en el siglo XX vemos las cosas. El establecimiento, la existencia y el colapso parcial del sistema socialista han dejado una cicatriz profunda y terrible en este siglo. El sistema socialista persistió durante bastante tiempo y aún persiste en gran medida en el país más poblado del mundo, China. Su dominio se extendió, en su apogeo, a más de un tercio de la población mundial. La Unión Soviética era considerada una superpotencia, poseída de temible poder militar. El sistema socialista pesó no solo en los cientos de millones que estaban sujetos a él, sino también en el resto de la población mundial.
(II) La segunda objeción cuestiona si solo había dos sistemas. ¿No es posible hablar de un tercer sistema que no es capitalista ni socialista? No estoy investigando aquí la cuestión de si sería deseable establecer algún tipo de tercer sistema. No sé lo que puede traer el siglo 21 o 22. Todo lo que se puede decir con certeza es que el siglo XX no ha dado lugar a un tercer sistema distintivo.
(III) La tercera objeción profundiza en la segunda, pero desde una dirección diferente. ¿Por qué hablo de un solo tipo de «sistema socialista»? Ciertamente, el sistema socialista en la Unión Soviética difería bajo Stalin y Jruschov, los cuales diferían del socialismo húngaro de Janos Kadar o del socialismo polaco de Gomulka, Gierek y Jaruzelski. 2 Del mismo modo, ¿por qué hablo de un único tipo de sistema capitalista que incluye las formulas en los EEUU y Suecia de hoy?
2 En un sentido similar, Skidelsky (1996) distingue entre la «mutación» del comunismo soviético y la «especie» del «sistema colectivista-comunista».
Los atributos básicos específicos de un sistema
Estas preguntas plantean un problema fundamental de interpretación y clasificación. Sugiero usar «sistema» como un concepto integral y agregado, y admitir que cada sistema existe en manifestaciones históricas específicas de varios tipos. No enfrentamos al problema de elegir palabras arbitrariamente; más bien, el lenguaje (sistema versus manifestación histórica) se basa en la generalización a partir de la observación de la historia.
Respuesta:
Explicación:
. La ética se fundamenta en la antropología.
Conviene precisar que este concepto antropológico se ocupa de los aspectos biológicos y
sociales del hombre. Mayor o menor bienestar físico puede condicionar su comportamiento.
Asimismo, su relación social le hace convivir con terceros, lo cual implica unas determinadas
conductas humanas. El carácter de estas conductas buenas o malas define el comportamiento ético o no
ético de la persona.
. La conducta del hombre debe fundamentarse en la ética y, por tanto, en el bien.
Como se apuntó con anterioridad, y posiblemente nos repetiremos en ello, la conducta del
hombre debe buscar en su acción o decisiones el bien, que es lo que justifica su fin en este mundo;
diría más, es como el hombre llega a su máxima satisfacción personal.
Es frecuente en la vida diaria, en las relaciones con nuestros congéneres, se opta hablar de lo
positivo, del bien “grosso modo” que se hace, ocultando obviamente aquellos aspectos “no gratos”,
productos de conductas no “positivas” que puedan perjudicar la “imagen” que una determinada
persona desea tener sobre sí misma.
Con el desarrollo del bien las personas ganan autoridad ante los demás, reconocimiento en su
entorno, satisfacción personal y, sobre todo la coherencia, que consiste en vivir lo que piensas; en
definitiva alcanzar la paz.
principalmente en el espíritu.
2.6. Necesidad de conciencia formada.
Los principios éticos están, pero con ello no se solucionan los problemas si la conciencia no
está formada y si el hombre no opta por su formación. En resumen, presumimos que para alcanzar esos
principios éticos tienen que sostenerse en la verdad, que a juicio de los filósofos se viene definiendo
como la adecuación entre el entendimiento y la realidad. Ello nos hace ver que la realidad debe ser
bien observada vía entendimiento, faceta ésta no siempre fácil de alcanzar. Lo justifican las
desavenencias que en el orden científico y otros suelen presentarse.
3. BREVE REFERENCIA SOBRE EL CONCEPTO DE CAPITALISMO.
Hasta aquí hemos reflexionado sobre la ética, tratando de conocer lo esencial de la misma. Pero
tomando como referencia lo apuntado con anterioridad, pasamos ahora a referirnos al capitalismo, y
tratar de dilucidar si este concepto -con su importante despliegue económico- se ajusta a ese marco
referencial de la ética.
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Es sorprendente el elevado número de libros que han tratado hasta la fecha sobre el
capitalismo, lo que presumiblemente da a entender la importancia del mismo, con independencia de la
percepción negativa que para muchas personas pueda tener. Pero el origen de esa cierta aversión está,
presumimos, fundamentada en prejuicios y por supuesto en desconocimiento del fin del mismo. Para
nosotros el capitalismo es un generador de ideas y motor de la sociedad y debe sustentarse en la
libertad y en la dignidad de la persona humana.
Respecto al criterio apuntado de generador de ideas es muy simple. Con ello queremos
expresar que el trasfondo del capitalismo es buscar de manera permanente nuevas oportunidades de
negocios que permita a los ciudadanos alcanzar mayores cotas de bienestar, ofreciendo nuevos
productos y servicios; a la postre se trata de mejorar los niveles de vida de la ciudadanía.
La puesta en marcha de la potencialidad de ideas, será la que iniciará y desarrollará con
posterioridad ese amplio “abanico” de oportunidades, lo que al mismo tiempo puede implicar la
expansión de prestaciones de otros tipos de bienes o servicios.
Como motor de la sociedad, se concreta en la potencialidad de iniciativas empresariales que
puedan derivarse de esas expectativas que se generan, pudiendo dar luz a nuevas unidades económicas.
Pero antes de seguir avanzando sobre el particular, sería conveniente precisar algunas
referencias sobre el fundamento del capitalismo.
Éste es un modelo de organización económica en el que la cooperación social para el logro del
bienestar común se supone que se produce de forma espontánea, en contraste con el modelo socialista,
en el que la cooperación tiene lugar de forma coactiva.
El capitalismo o sistema de economía de mercado se basa:
a) En la propiedad privada de los medios de producción, que considera el sistema de precios
como el instrumento óptimo para la asignación de recursos.
b) En los mecanismos del mercado y de los precios como medios de coordinación, donde las
personas y empresas tienen el derecho a tomar decisiones diferentes.
c) La maximización de los beneficios y de la utilidad como motivación básica de la acción
económica. En este caso la maximización de los beneficios quiere decir que no hay límite,
dependiendo obviamente de los competidores.