DOY CORONA:
Elabora una lista de 5 propuestas para SACAR PROVECHO de la globalización en tu ciudad sin perjudicar a otros.
Respuestas
Si definimos la globalización como un proceso de acercamiento físico entre los países y los pueblos del mundo en términos de comunicación, comercio y cultura, es bastante obvio que su dinámica internacional resulta inevitable. Todos tenemos que responder a ella, tanto individual como institucionalmente. La globalización tiene varias causas, entre las cuales quizás la más importante sea la «revolución» comunicacional de los últimos 20 o 30 años: el transporte, las telecomunicaciones y la expansión de internet.
También hay que tomar en cuenta el contexto político y económico latinoamericano, que ha cambiado en forma dramática respecto de los 60 y 70. Uno de los resultados de estos cambios es una mayor capacidad de respuesta de parte de los gobiernos de la región hacia los retos del mundo globalizado. Desde el punto de vista político, la democracia se ha generalizado en casi todos los países. Y, a pesar de sus múltiples dificultades, se ha mantenido y ha logrado rutinizarse electoralmente, con partidos de oposición capaces de ganar elecciones y asumir el poder por esta vía. Una de las implicancias de la transición del autoritarismo a la democracia es que las inquietudes y los rechazos a la globalización pueden expresarse electoralmente y producir gobiernos que defienden programas y estrategias que buscan responder a los efectos que ella produce en el ámbito nacional.
Marcos analíticos
La aplicación de estos marcos analíticos a realidades concretas arrojaba siempre la conclusión de que los países pequeños se encontraban tan subordinados a las políticas de las naciones más grandes que directamente carecían de la capacidad para construir sus propias estrategias; es decir, que estaban condenados a un juego de suma cero. Desde esta óptica, la globalización actual es una manifestación más del control del Norte sobre el Sur.
Algunas estrategias factibles
Una de las estrategias que los gobiernos de los países latinoamericanos pueden seguir es la negociación de tratados de libre comercio con un país o un bloque más grande, como EEUU o la UE, para aprovechar las ventajas de un mercado más amplio. La ampliación del mercado externo estimula la economía local y permite mejorar tanto el empleo como los ingresos fiscales. Y produce efectos positivos adicionales en la medida que también facilita la inversión extranjera.
Una tercera estrategia factible es la expansión de las relaciones económicas y los lazos políticos entre los países del Sur. El Mercosur, que conforman Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, y la Comunidad Andina, que integran Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, son dos ejemplos de este camino. Estos acuerdos subregionales facilitan la expansión de los mercados, manteniendo al mismo tiempo la independencia respecto de los grandes países del Norte. Otro ejemplo en esta perspectiva es el Banco del Sur, recientemente creado, que cuenta con Venezuela y Brasil como sus principales promotores y que tiene el propósito de facilitar el flujo de capitales sin las restricciones propias de los préstamos de las instituciones financieras internacionales. La iniciativa responde a la percepción de que el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se encuentran sometidos a los criterios financieros de los países centrales, especialmente de EEUU. Y esto también se refleja en la política económica de países como Brasil y Argentina, que en los últimos cinco años, gracias al crecimiento económico y la expansión de las exportaciones, han logrado importantes superávits que les han permitido saldar sus deudas con el FMI para librarse de sus condicionamientos. Una cuarta estrategia, iniciada en algunos países latinoamericanos en los últimos 10 o 20 años, es la diversificación de las exportaciones mediante el impulso a los productos no tradicionales. En línea con los esfuerzos de algunos gobiernos para estimular el crecimiento económico a través del incremento de las exportaciones (export-led growth), países como Brasil, Chile, México y Perú, entre otros, han logrado avances económicos impresionantes. Además, el auge de los precios internacionales de los productos primarios, entre ellos cobre, oro, hierro y petróleo, productos agropecuarios como la soja, los granos y las frutas, así como el ganado, han estimulado el crecimiento de casi todos los países de la región. Pero, más allá de las ventajas derivadas de los altos precios internacionales, algunos países están incorporando nuevas tecnologías, como la elaboración de etanol a base de caña de azúcar, para responder a la demanda, tanto nacional como internacional, de alternativas energéticas.