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Objetivo, salvar a los medios de comunicación. La crisis del coronavirus ha salpicado a todos los sectores económicos por igual dejando a su paso importantes pérdidas económicas en grandes y pequeñas empresas. El impacto es doble si hablamos de los medios de comunicación, donde la cantidad de información generada aumenta por segundos y casi de manera proporcional a la caída de ingresos por publicidad.
Una situación crítica que ha obligado a muchos medios a acogerse a ERTEs o reducciones de jornada para esquivar, de la mejor manera posible, la dura realidad que azota a un país entero.
Son – o somos – considerados un servicio esencial, y así quedó reflejado en el Real Decreto aprobado por el Gobierno en el que se restringían las actividades económicas, pero muchas veces ese detalle queda en el olvido. No hay que dejar pasar de lado que es gracias a la labor de la prensa, sea del tipo que sea y de la línea editorial que se siga, lo que hace posible garantizar el derecho a la información en nuestro país.
Aún así, aunque en la profesión de periodista la vocación siempre vaya por delante, no hay que restarle importancia a la necesidad de ingresar mensualmente. Unos ingresos que vienen de la mano de la inyección de publicidad que empresas y administraciones deciden realizar y la cual, tal y como recuerdan desde la Unión de Periodistas Valencianos, se ha visto disminuida en un momento “en que su situación tampoco era demasiado esperanzadora”.
Ante esta situación, desde la Unió han propuesto a la Generalitat Valenciana desarrollar un plan de ayudas públicas para que el sector periodístico pueda reconstruirse económicamente y poder preservar la pluralidad informativa y la lucha contra la desinformación. “Esto se tiene que hacer con periodistas, porque sin periodistas no hay periodismo, por lo tanto las ayudas públicas tendrán que vincularse, a la fuerza, al mantenimiento de los puestos de trabajo” apuntan en un comunicado.
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