Respuestas
Respuesta:
Para el pueblo francés, María Antonieta era frívola, egoísta y caprichosa, una inconsciente de la desigualdad que padecían las personas, y que vivía despilfarrando ropas y zapatos, empolvando sus pelucas en harina pese a que muchos no tenían qué comer. En esa línea de excesos, se la trató de promiscua, con una p0rn0grafía que la mostraba acostándose con numerosos hombres y mujeres de la corte.
Lo más cerca de la realidad es que la reina siempre creyó en la superioridad de la monarquía, pero ni causó los problemas económicos de Francia (cuando llegó al trono el país ya estaba en bancarrota), ni tuvo decenas de amantes, de hecho solo hay evidencias de uno, el cual se cree que quedó en un mero amor platónico, mientras que tardó siete años en mantener relaciones con el rey, debido a que este padecía una fimosis. Sin embargo, esa no es la imagen que ha entregado la historia, ni la imagen que se tenía en 1973 cuando la guillotina le cortó la cabeza. Así murió con la condena de "alta traición" a los franceses, quienes la despidieron con insultos y escupitajos.
Respuesta:
maría Antonieta fue uno de los personajes más importantes de la Historia de Francia y de Europa. El 14 de octubre de 1793, la reina destronada, calificada de azote y sanguijuela de los franceses, abandonó su celda y compareció, pálida y fatigada, ante el Tribunal Revolucionario, en La Conciergerie, en París, considerada la antesala de la muerte. La archiduquesa de Austria fue acusada de conspirar contra Francia y de promover intrigas de toda especie, de satisfacer sus caprichos desmesurados arruinando las finanzas del país e incluso de haber mantenido una relación incestuosa con su hijo Luis Carlos, delfín de Francia. Aficionada al teatro y a los grandes bailes, a los juegos de naipes y a la moda, María Antonieta fue odiada por un pueblo acosado por el hambre.
ABUCHEADA E INSULTADA
La mañana del 16 de octubre de 1793 todo París se halla en las calles, en los balcones y en los tejados. María Antonieta, abucheada e insultada, se dirige al cadalso con las manos atadas a la espalda, condenada a morir en la guillotina, a los 37 años de edad, y casi nueve meses después de la ejecución de su marido, el rey Luis XVI. Cae la cabeza de la reina y el verdugo la muestra a la muchedumbre que abarrota la plaza de la Revolución -la actual plaza de la Concordia, donde nace la avenida de los Campos Elíseos- y que grita con furia: ¡Viva la República!
Explicación:
espero te sirva