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La caracterización de los mecanismos neuroendocrinos y moleculares que subyacen a esta interacción ha concitado una considerable atención en los últimos años, especialmente a raíz de la constatación, en base a evidencias epidemiológicas, de que las alteraciones en la edad de la pubertad no solo tienen importantes repercusiones en parámetros fisiológicos relevantes, como el crecimiento y la maduración psicológica del individuo, sino que incrementan el riesgo de padecer diversas patologías en etapas posteriores, que van desde trastornos metabólicos a ciertos tipos de cáncer e incluso una menor expectativa de vida. En este artículo, realizaremos una breve revisión de algunos de los avances recientes en nuestra comprensión de las bases moleculares y neuroendocrinas de la pubertad, con especial atención al control de los sistemas responsables de la activación del eje reproductor y su modulación por señales metabólicas y nutricionales.
INTERACCIÓN ENTRE CEREBRO Y HORMONAS EN EL CONTROL PUBERAL
Durante la pubertad se produce la activación completa del denominado eje neuroendocrino de la reproducción, también llamado hipotálamo-hipofisario-gonadal (o HPG, de su acrónimo en inglés). Este eje integra primariamente tres grupos de señales, conectadas por circuitos de retroalimentación, que son: (i) el neuropéptido hipotalámico, GnRH (de gonadotropin releasing hormone); (ii) las gonadotropinas hipofisarias, LH y FSH (de luteinizing hormone y follicle stimulating hormone); y (iii) las hormonas gonadales, que incluyen los esteroides sexuales (andrógenos, estrógenos y progestágenos); ver Figura 1. máxima activación neurosecretora, que dicta la adquisición de patrones de secreción pulsátil de gonadotropinas que permiten completar la maduración gonadal y la generación de gametos fertilizables, además de estimular la secreción de esteroides sexuales que culminan el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios. Dado el papel jerárquico central de GnRH sobre la maduración puberal, numerosos estudios se han dirigido a identificar el/los factores o mecanismos implicados en la activación de las neuronas GnRH en pubertad. Estos estudios han puesto de manifiesto que, más que el resultado de un factor activador aislado, la pubertad es el resultado de procesos concertados de activación/inactivación de circuitos estimuladores e inhibidores de las neuronas GnRH, que operan bajo el control de numerosas señales endógenas y ambientales.