Respuestas
Respuesta:
Toda comunicación escrita debiera contemplar al menos tres elementos básicos: la audiencia el destinatario del texto; el tópico la materia específica acerca de la cual se escribe; y el propósito el objetivo hacia el cual propenden las intenciones del productor del texto y el efecto que se desea lograr en el destinatario. Estos tres elementos conforman el problema retórico, o situación retórica, que posee características y complejidades diferentes al contexto situacional de la comunicación hablada. El presente trabajo reúne importantes consideraciones acerca de los tres elementos mencionados, a partir de los alcances planteados en diversos trabajos realizados por teóricos de la composición por escrito. Paralelamente, se entregan fundamentos para sostener, por un lado, que la situación retórica es materia de consideración previa a la producción de un mensaje escrito efectivo y, por otro, que debiera establecerse explícitamente en todo diseño de tarea a desarrollar por el estudiante escritor.
Explicación:
Respuesta:
El TEXTO es la unidad máxima de comunicación y transmite un mensaje completo.
Todo texto es un enunciado o conjunto de enunciados con sentido unitario, producido
con una intención comunicativa en un contexto específico y con una determinada
organización sintáctica.
El texto es tanto el producto oral como el escrito, siempre y cuando constituya una
unidad de sentido total, al margen de sus dimensiones – una oración puede ser en
ocasiones un texto – y de cuál sea su intención comunicativa – lo importante es que el
texto sea adecuado a la situación del mismo, y que posea una organización correcta con
el fin de crear una comunicación total.
ENUNCIADO: es la unidad mínima de comunicación; cualquier producto del habla que
tenga sentido unitario e independencia sintáctica. Ejemplos: Está lloviendo/ Ya llueve/
Dame el paraguas/ ¿Llevaré paraguas?/ ¡Otra vez la lluvia!/ ¡Qué fastidio!
El texto suele dividirse en párrafos, que están comprendidos entre una palabra con letra
inicial mayúscula, al principio de un renglón, y un punto y aparte al final.
La extensión de los textos es variable. Es decir, los textos pueden estar formados por
una sola palabra o por un libro completo, por ejemplo. Lo que es imprescindible es que
esta palabra o este conjunto de palabras y oraciones transmitan un mensaje completo.
Por ejemplo, la palabra “Silencio” dicha en clase por el profesor o escrita por él en la
pizarra es un mensaje completo: pide a los alumnos que se callen.
Explicación:
No obstante, si
encontramos esa palabra escrita en una nota en el recreo esa palabra ya no es un
mensaje completo porque no sabemos a qué se refiere. En este caso sería sólo una
palabra y no un texto.
El texto escrito requiere un esfuerzo en su elaboración, por lo que el hablante ha de
conocer en profundidad las características propias de este tipo de textos con el fin de
comprender mejor los contenidos y, a la vez, poder emitir mensajes coherentes y
adecuados a las circunstancias textuales.