Respuestas
Respuesta:
Son universales: todas las personas tenemos los mismos derechos y las mismas obligaciones.
Son innatos: por el simple hecho de nacer ya contamos con nuestros derechos y deberes. No se desarrollan ni se asignan, es decir, son inherentes por nuestra condición de ser humano.
Son indivisibles: todos los derechos tienen la misma importancia. No se pueden separar, ya que guardan interdependencia entre ellos. Tampoco se puede establecer una jerarquía entre ellos, por ejemplo, no se puede ejercer el derecho a trabajar si no posees el derecho a descansar.
Los derechos humanos también son inviolables: deben respetarse. Así como no puede existir ninguna ley que se contradiga con estos derechos, tampoco se pueden eliminar ni cambiar. Por ejemplo, una ley no puede privar a una persona del derecho a la salud.
Son irrenunciables: un ser humano no puede transferir ni renegar de sus derechos humanos. Cada persona posee sus derechos y ni siquiera el Estado puede disponer de estos.
Los derechos humanos deben ser protegidos y respetados ya que gracias a ellos los seres humanos somos libres e iguales.
Son permanentes: no prescriben. Una persona puede ser juzgada por una violación de los derechos humanos en cualquier momento una vez ya ocurrido dicho delito. Por ejemplo, una persona puede ser juzgada de asesinato treinta años después de cometerlo; sin embargo, hay que tener en cuenta la prescripción de dicha acción.
Son progresivos: aumentan a medida que la sociedad y las necesidades humanas avanzan. Se pueden añadir nuevos derechos y una vez establecidos no se pueden eliminar ni cambiar. Por ejemplo, en España se abolió la esclavitud en el año 1817 respetando el derecho a la libertad y, desde entonces, cualquier ley que aceptara la esclavitud se consideraría nula.
Los derechos humanos también son irrevocables: bajo ningún concepto se pueden anular o eliminar, es decir, son irreversibles.
Por último, son obligatorios: para que se puedan poseer derechos humanos es igual de necesaria la obligación a respetarlos y cumplirlos.
Explicación:
Respuesta:
Universales. Los derechos que incluye la Declaración Universal de los Derechos Humanos pertenecen a todos los seres humanos por el mero hecho de serlo.
Inalienables. No se pueden enajenar, nadie puede ser despojado de ellos.
Irrenunciables. No se puede renunciar a ellos, aunque sea por propia voluntad, y por lo tanto son también intransferibles, nadie más que el propio titular puede valerse de ellos.
Imprescriptibles. Son para toda la vida, no tienen fecha de caducidad por ningún motivo.
Indivisibles. Ningún derecho puede disfrutarse a costa de otro derecho, no puede prescindirse de ninguno.