• Asignatura: Castellano
  • Autor: agossgonzz446
  • hace 7 años

crear un relato con objetos y seres maravillosos, que no sea tan largo​


HOLAANJALI: no me deja
HOLAANJALI: dice que ecsribi palabras ofensivas y no es cierto
samy2109: corto y fasil

Respuestas

Respuesta dada por: samy2109
2

Respuesta:

SOLO DE ORO  

espero te sirva y no olvides darme4  etrelas jijij

Explicación:

una pareja de ancianos muy pobres que vivía junto a la playa en una humilde cabaña. El  era pescador,  su mujer se alimentaban de los peces.  el pescador lanzó la red al agua y tan sólo recogió un pequeño pez. Se quedó asombradísimo cuando vio que se trataba de un pez de oro que además era capaz de hablar.

El sabía que si lo soltaba perdería la oportunidad de venderlo y ganar un buen dinero, pero sintió tanta pena por él que lo solto

Cuando regresó su  esposa se se enojo porq no tenia nada pero su ira creció todavía más cuando el pescador  le contó que en realidad había pescado un pez de oro y lo dejo .

- ¿Tú sabes lo que vale un pez de oro? !aunque fuera un poco de pan para comer.

El buen hombre recordó que el pez le había dicho que podía concederle sus deseos, y ante las quejas continuas de su mujer, decidió regresar al a orilla.  

El anciano llegó a su casa y se encontró la cocina llena de crujiente y humeante pan por todas partes. Contra todo pronóstico, su mujer no estaba contenta en absoluto.

–  esta cabaña no podemos seguir viviendo. Dile a ese pez de oro amigo tuyo que nos  consiga una casa más decente

– Mi mujer está disgustada porque nuestra cabaña se cae a pedazos. Quiere una casa  nueva

Al llegar . Su lugar lo ocupaba una coqueta casita de piedra que hasta tenía un pequeño huerto para cultivar hortalizas.  

– ¿Contenta?  No has sabido aprovecharte de la situación ¡Ya que pides, pide a lo grande! dile al pez de oro que quiero una casa lujosa

-  no pienso trabajar en lo que me queda de vida! ¡Dile que prefiero un bonito jardín para dar largos paseos en primavera le parecía absurdo pedir cosas que no necesitaban, obedeció y acudió de nuevo a la orilla del mar.

- Hoy mismo tendrá una gran casa

Casi se le salen los ojos de las órbitas al llegar a su casa y encontrarse una mansión rodeada de jardines repletos de plantas exóticas fuentes de agua.

–  Esto es digno de un rey y no de un pobre pescador como yo.

Creía que lo había visto todo cuando su mujer apareció  con un vestido de tul rosa, y de arriba abajo. No venía sola sino seguida de tres doncellas

, la anciana contestó:

–  ¿Todavía no te has dado cuenta de lo importante que sería capturar ese pez y tenerlo siempre a nuestra disposición?

¡La ambición de la mujer no tenía límites! Antes de que el pobre pescador dijera algo, sacó a relucir el plan que había maquinado para hacerse con el pececito de oro.le pidio ser ,

– ¿Tú… reina del mar? ¿Para qué?

– ¡Que no te enteras de nada, zoquete! Todos los seres que viven en el mar han de obedecer a su reina sin . Yo, como reina, le obligaría a vivir aquí.

-, O consigues el cargo de reina del mar para mí o no vuelves a entrar en esta casa

Dio tal portazo que el marido,  salió  y llegó hasta la orilla una vez más. Con mucha vergüenza llamó al pez.  

– Mi mujer ¡Ahora quiere ser la reina del mar para ordenarte que vivas en nuestra casa y trabajes para ella

se quedó en silencio pez había perdido la paciencia y no volvió a asomarse.

regreso hundido cuando vio que todo se había esfumado.  Frente a él volvía a estar la pobre y solitaria cabaña de madera en la que siempre habían vivido.

Muy a su pesar los dos tuvieron que continuar con su vida de trabajo y sin ningún tipo de lujos. Nunca volvieron a saber nada de aquel pececito agradecido y generoso que les había dado tanto. La ambición sin límites tuvo su castigo.

Respuesta dada por: HOLAANJALI
0

Respuesta:

Explicación:

Era una tarde fría, acosada por la brisa y las grandes gotas de agua que arrojaba el cielo y ahí estaba Nito, sentado sobre una piedra, tratando de memorizar los números de la pizarra a través de la ventana.

Cada vez que lo observaban, muchos de los niños se preguntaban que hacía ahí sentado, pero nadie se preguntaba adónde iba después de que terminaran las clases.

Pasaban las semanas y Nito no se despegaba de los cristales. Los profesores continuaban con su clase y simplemente lo observaban de vez en cuando, a lo que el pequeño contestaba sonriendo, pues a pesar de todo era feliz.

Cuando los niños salían al descanso, Nito deseaba poder correr con los demás, pero era imposible desde el otro lado de la verja del colegio. Además había un inconveniente, los niños nunca hubieran querido acercarse a alguien como Nito, un pequeño con los zapatos viejos y los pantalones remendados.

La tarde del seis de abril, Lucía, la profesora de geografía, escribió en la pizarra una pregunta pero nadie respondía. Nito trataba de hablar a través de la ventana pero no le prestaban atención. Continuó insistiendo hasta que la profesora abrió la ventana.

- Hola. ¿Te puedo ayudar en algo?- le preguntó Lucía.

- Es que yo sé la respuesta – respondió Nito con voz tímida-

- ¿Sí? Adelante entonces.

La respuesta de Nito sorprendió muchísimo a Lucía. ¿Cómo era posible que ese niño al que veía a diario a través de la ventana supiese la respuesta mientras que ninguno de los niños que asistían a su clase había sido capaz?

Al día siguiente, en clase de geografía, Lucía vio que el niño no estaba en la ventana. Preguntó a los demás si lo habían visto pero nadie supo decirle qué había pasado con él, por eso decidió salir a buscarlo al terminar las clases.

En el pueblo una anciana le señaló un descampado donde solía ver a unos niños jugando, pensando que quizá ahí estaría Nito.

CEl alumno misteriosouando Lucía llegó a la cancha, sonrió al verle. Ahí estaba, tratando de hacer algo que a ella le costaba creer; Nito les estaba explicando a los demás lo que ella enseñaba en clase.

Y lo más interesante era la manera en que lo hacía: utilizando pedazos de cartón y viejos atlas con las páginas medio rotas.

Lucía, dejó salir sus lágrimas mientras se sentía orgullosa de lo que hacía el pequeño, que por otro lado era completamente admirable.

Nito la vio y se acercó a ella tímidamente:

- Hola profesora, ¿le puedo ayudar en algo?

Ella contestó con los ojos llenos de lágrimas:

- ¿Me permite estar en su clase pequeño profesor?

Preguntas similares