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Un 28 mayo de 1955 en el barrio Granada de Cali, oeste, nació la pequeña Beatriz con tan solo 3 libras de peso y un soplo en el corazón.
Ya era la tercera hija de Doña Flor, una ama de casa muy querida del barrio quien más adelante se convirtió en una excelente costurera; sus otros hijos, Néstor y Javier, nacieron con 7 libras de peso y es por eso que al ver a su primera niña tan pequeña y con problemas cardíacos empezó a preocuparse.
Pasaron cinco meses y Beatriz en lugar de subir de peso disminuía, además no la dejaban llorar porque con sus problemas cardíacos era muy probable que un solo llanto la llevara a la muerte. Los pediatras no dudaron en decirle a Doña Flor: “Su niña no se le va a criar”, lo que en esa época traducía: “La niña se va a morir”.
Ante semejante afirmación y el desespero de Doña Flor, apareció una vecina que le hizo una sugerencia: “Encomiende a la niña a la Virgen de Fátima y verá que ella se recupera”. Ella no lo dudó y encomendó a la pequeña Beatriz a la Virgen de Fátima con la promesa de llevarla cada día de su cumpleaños a verla y de que la niña haría la primera comunión con el hábito de la Virgen.
No había pasado un año y ya Beatriz había aumentado de peso, tomaba bastante leche y el milagro de la Virgen se cumplió. Cuando Beatriz cumplió nueve años hizo su primera comunión el mismo día de su cumpleaños en el Santuario como muestra de agradecimiento, con un precioso hábito que hicieron las monjas de clausura del Santuario de Fátima bordado con hilos dorados, lentejuelas y canutillos.
La historia la cuenta la misma Beatriz que ya está a punto de cumplir 62 años y sigue asistiendo al Santuario a celebrar su vida. Aún conserva el hábito de su comunión.
Como ella hay millones de feligreses alrededor del mundo que se encomiendan a la Virgen de Fátima, en especial mañana 13 de mayo cuando se cumplen 100 años de su aparición en Cova da Iria, una zona rural campesina de Fátima (pueblo de Portugal), donde se le apareció a tres niños (los hermanos Francisco y Jacinta Marto y su prima Lucía dos Santos).
1917: el milagro del sol tiene lugar en Fátima. El 13 de octubre de 1917 un fenómeno sobrenatural ocurre ante presencia de miles de personas que se congregaban en Fátima Portugal esperando los mensajes de la Virgen María. Es conocido como el “milagro del Sol”.