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Tarde o temprano el conflicto colombiano afectará al Ecuador, estimó el dirigente político colombiano Carlos Lozano, quien también calificó de "traidor a su pueblo y obediente al imperio" al presidente ecuatoriano, Lucio Gutiérrez.
Considerado como uno de los más importantes voceros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), el también director del semanario Voz, órgano del Partido Comunista de su país, descartó, de otra parte, la posibilidad de negociar un acuerdo de paz con el presidente Alvaro Uribe y previó que el Plan Patriota está condenado al fracaso.
Sin embargo, aceptó que "las negociaciones y la solución política del conflicto son el camino que hay que transitar". Denunció, por otra parte, que en su país desaparecen cada mes entre 300 a 400 personas entre sindicalistas y dirigentes comunales, sin que haya explicaciones oficiales sobre estos casos.
"Se habla mucho de que las Farc tiene miles de secuestrados -lo cual, por supuesto, es grave- pero también hay muchos más desaparecidos, por masacres contra los campesinos, sobre lo cual el Gobierno guarda total hermetismo", dijo.
"El extermino contra la izquierda sigue", enfatizó.
La vía es política
En diálogo con LA HORA, Lozano explicó que el problema fundamental del conflicto colombiano es que el Estado ha querido resolverlo por una vía estrictamente militar, con el patrocinio de Washington, abandonando cualquier alternativa política.
Indicó que el denominado "Plan Patriota", la mayor ofensiva militar de la historia contra las Farc y que se desarrolla al sur de Colombia, acabará muy pronto con la aparente tranquilidad de Ecuador.
"Los operativos militares van a tener incidencia sobre la frontera y van a hacer que, de todas formas, la guerrilla pase hacia el otro lado y luego se devuelva, como parte de su estrategia para eludir la presión que ejerzan sobre ella", explicó.
No obstante, observó que el caso más grave es el de la población civil, por el desplazamiento que ya se está generando: "cantidades de campesinos colombianos están pasando al territorio vecino, para proteger su vida, escapando de los bombardeos realizados por el Ejército, lo que aumenta el número de refugiados", señaló.
Según Lozano, el Plan Patriota tiene un límite. "Lo que se ha visto hasta ahora, es decir, la estrategia de la guerrilla de refugiarse en sus campamentos, en la inmensa selva, con partes impenetrables, puede hacer fracasar el Plan".
"Ya van cinco meses de ejecución, en un operativo en el que participan 20 mil hombres, en un anillo sobre todo el sur del pais y no hay ningún resultado distinto al efecto social o sea al desplazamiento, al éxodo de habitantes hacia Ecuador, Perú o Brasil, y a una deforestacion total de esta zona con ciertos efectos sobre la economia colombiana", manifestó.
"¿Hasta dónde va a aguantar el Estado colombiano esa presión que le exige el gasto en tropas regadas por todo el sur y sin resultados concretos?, se preguntó para opinar enseguida que "cada día que pasa es un día en contra del Estado colombiano, que pretende resolver el problema por la vía militar, y es un día favorable para la guerrilla que sencillamente lo que ha hecho es guardarse para no exponerse a ese operativo".
"El Plan Patriota está condenado al fracaso, independientemente de los golpes que el Estado pueda proporcionar a la guerrilla", corroboró.
Los enfrentamientos derivados de la ejecución del "Plan Patriota" comenzaron en firme en febrero y hasta el momento, según Lozano, el Ejército oficial ha sufrido unas mil bajas, entre muertos, heridos y mutilados.
En este contexto, las Farc se mostraron de acuerdo también, mediante un comunicado conocido por este diario, en que "el Plan Patriota sigue "su avance hacia el inevitable fracaso total".
Las dificultades de la paz
En cuanto a las dificultades para llegar a un entendimiento, Lozano las resumió así:
"Se ha entendido que un proceso de negociacion puede hacerse sobre la base de condicionamientos. Y lo que hay que entender es que un proceso de estos, cualquiera que sea, bien para un canje de retenidos o secuestrados, o bien un proceso de negociación tiene que hacerse sin condiciones de ninguna ïndole. Ni el gobierno le puede pedir condiciones a la guerrilla ni la guerrilla al gobierno".
Explicó que "lo que hay que hacer es sentarse a conversar las condiciones de la negociacion. Pretender por ejemplo que la guerrilla diga que aceptará de antemano que todos los guerrilleros en libertad se vayan para Francia, por ejemplo, es un absurdo. Como tambien podría ser un absurdo decir que tienen que ser puestos en libertad todos los prisioneros que tienen las Farc."
"Lo que hay que hacer es sentarse y hablar, porque hasta ahora lo unico que ha habido es especulacion y declaraciones públicas sin ton ni son. Debe adelantarse un verdadero proceso de negociacion", recalcó.
"El conflicto colombiano es de profundas raíces políticas y sociales y hay que resolverlo por esa vía. No hay otra salida, sino la politica", anotó.