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Daniel es un asombroso ejemplo bíblico de un hombre totalmente rendido y dedicado a Dios Él era un fascinante hombre de integridad, oración, sabiduría y visión. Daniel es un ejemplo de alguien que experimentó devastadoras tragedias en su vida, pero no permitió que esas cosas lo alejaran de una vida dedicada a Dios. Pudo haber pasado su tiempo lamentando su destino. Pudo haberse alejado de Dios. Pero sin embargo, leemos que «Daniel se propuso en su corazón» (Dan. 1:8), que tomó una decisión. Luego podemos encontrar su determinación de vivir justamente cuando surgió el asunto de la idolatría Dios usó a Daniel en más de una ocasión para darle revelaciones al rey. No vemos que Daniel se jactaba de ello, aunque habría una tendencia natural de enorgullecerse. Siempre da la gloria a Dios: Daniel ya era famoso por su rectitud de carácter Daniel era un hombre que tenía profunda comunión espiritual con Dios. Pues oraba tres veces cada día, y lo había hecho desde pequeño.
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