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Respuesta:
Espero te sirva
Explicación:
Estoy muy preocupado por el enorme crecimiento de la desigualdad que se ha producido en la sociedad nicaragüense desde los años noventa del siglo XX, proceso que se ha continuado y/o incrementado en el período 2007-2014, por lo menos se ha hecho más visible. A mi criterio la desigualdad es el mayor desafío de nuestro tiempo.
El número de ricos en Nicaragua aumenta año tras año. Actualmente hay más mil personas que disponen de más de un millón de dólares listos para invertir, pero que no lo hacen. Estos datos se extraen del informe World Wealth Report 2014 (WWR), realizado por Capgemini y RBC Wealth Management, que asegura que desde 2008 el número de personas ricas en Nicaragua ha experimentado un crecimiento La proliferación de individuos con alto patrimonio se explica porque su evolución está más ligada al desarrollo de políticas públicas favorables al capital y su estrecha relación con el círculo íntimo del poder.
La pregunta sobre el efecto de la desigualdad en la calidad democrática, o en la democracia a secas, vuelve a ser pertinente. No podemos negar que la existencia de las desigualdades ni su posible efecto pernicioso en la democracia producen que una importante parte de la población se distancia del valor y eficacia de las instituciones.
Con el incremento de la desigualdad lo que está en peligro es la democracia. Las concentraciones extremas de la riqueza como la que se dan en nuestra sociedad amenaza los valores de la meritocracia y de la justicia, y la cohesión social sobre la que se asienta la democracia. Una riqueza inmensa permite comprar una considerable influencia, no sólo en las políticas públicas que se adoptan, sino en el discurso político. Hay una relación directa entre los ingresos de los legisladores y la despreocupación por las políticas que benefician a las clases medias y a los sectores populares.
Mientras los rendimientos del capital aumenten más que el crecimiento económico en el país se incrementará la desigualdad. La mayor parte de la riqueza ha sido amasada por el 1% (los multimillonarios), acompañados del otro 9% (los millonarios). Por su parte, el 80% de los hogares nicaragüense tienen dificultades económicas para comprar una canasta básica, son los han obtenido de media menos ingresos en los últimos años.
La desigualdad se agravó durante los años neoliberales de Chamorro a Ortega, todos creía en la desregulación de los mercados y las rebajas de impuestos. La política neoliberal ha dejado más empleo informal y una clase media que ha visto cómo se reducen sus ingresos y se agranda la distancia con el 1%, que salió de la crisis económica del 2009 indemne. La clase media está desapareciendo. Se siente insegura. Los salarios medios apenas se han movido. La desigualdad se ha ahondado. La movilidad hacia arriba se ha estancado.
El abandono escolar y el limitado acceso a la educación superior son expresiones de la desigualdad de la sociedad nicaragüense. Las dificultades de acceder al sistema educativo están motivadas por la falta de recursos tanto de los estudiantes como de sus familias, además de otras causas. Existe una cierta relación entre el abandono escolar -especialmente entre los estudiantes pobres- y la entrada en prisión de jóvenes adolescentes. Nicaragua es una sociedad en el que las personas con un alto nivel de educación y habilidades tecnológicas prosperan y acumulan más ganancias.
Para la cúpula empresarial las desigualdades son reales, pero no se explican por las diferencias de ingresos, ni por las políticas fiscales favorables a su gremio, sino por las diferencias de valores o culturales. Las bajadas de impuestos y los recortes en el gasto monopolizan el discurso económico de los representantes del capital. Los economistas neoliberales la considera una característica natural del capitalismo. Para la derecha política en Nicaragua las desigualdades no suponen ningún problema.
La desigualdad importa porque en la sociedad real las personas evalúan su bienestar económico en relación con otros. La mayoría de la PEA no encuentra empleo formal, los salarios reales de los trabajadores no suben, el gobierno desmantela los beneficios de los asalariados por los acuerdo con la cúpula empresarial. La gente siente cada día más la desigualdad. La desigualdad es un obstáculo para los pobres para salir de la pobreza, ya que bloquea la movilidad social ascendente.
Este sistema político que favorece la desigualdad es enormemente inestable, y se acentuará debido al surgimiento de nuevas generaciones más exigentes con sus instituciones democráticas, claramente insuficientes, cuando no antidemocráticas. Las nuevas generaciones están dejando de tener miedo y exigen que la práctica democrática corresponda a lo que dice la teoría, denunciando la obvia hipocresía del discurso dominante, hegemónico en los medios de información y persuasión. Esta demanda por una democracia real es hoy enormemente subversiva, como lo demuestra el movimiento de los Ocupa-INSS.
Respuesta:
no se
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