Respuestas
Respuesta:
La relación entre ética y política en la democracia moderna no deja de ser tensa y peligrosa, ya que esta última introduce un fuerte relativismo moral que, si bien permite la coexistencia en un plano de igualdad de las distintas concepciones propias de toda sociedad compleja, no puede ser sostenido en el campo de la política. Es aquí cuando el poder, al penetrar la dimensión ética, introduce en ella la más grande distorsión, ya que el discurso de la ética se convierte en una mera forma de justificación del poder. Esto es lo que hace que la constante tensión entre ética y política nunca tenga un modo único o, incluso, satisfactorio de resolución. Sólo la implementación de una lógica argumentativa que parta del reconocimiento de la precariedad y ambivalencia que se entabla en la relación entre ética y política puede servir de resguardo ante aquellas distorsiones que, en nombre de la primera, planteen el riesgo de cercenar desde el poder del estado los espacios de libertad
Explicación:
Respuesta:n el presente artículo se propone un nexo conceptual entre ética y política, a la vez que asume la democracia no sólo como un sistema político, sino también como un sistema de valores. Desde esta base denuncia tras la fachada del constitucionalismo democrático, las verdaderas intenciones de autoritarismo, injusticia y discriminación que han caracterizado la historia política, económica y social de América Latina. Complementariamente desde la conexión entre ética y política el conflicto Palestino-Israelí y revisa brevemente las Teorías del Fin de la Historia y Guerra de Civilizaciones, de Fukuyama y Huntington, respectivamente, para concluir en un plano de reflexiones y proposiciones, que desembocan en la búsqueda de construcción de un Nuevo Contrato Social Planetario.
Explicación:La relación entre la ética y la política ha sido siempre un tema inevitable por una razón esencial: ambas, al menos en su sentido filosófico y desde su propia identidad, tienden al mismo fin: el bien.
1 Aristóteles. Moral a Nicómaco. Editorial Universo S.A. Lima, Perú.
5La política, desde Aristóteles, en la obra del mismo nombre y del mismo autor, es considerada el arte del bien común; la ética, carácter y comportamiento atribuible a una comunidad determinada, la acción que persigue un fin. Ese fin es el bien. “El bien es el fin de todas las acciones del hombre”, dice Aristóteles en las primeras palabras que inician la Moral a Nicómaco o Ética Nicomaquea (s/a).1
6Esta Magna Moral o Ética Eudemia tiene a la felicidad como objetivo principal que conlleva la virtud, sin la cual aquella no es posible. Por otra parte, la polis, formada por la conjunción de la sociedad y del Estado, tiene un carácter, una ética, que le es particular y que de alguna forma la prefigura. El ethos, carácter pero también conducta, identifica (caracteriza) a una comunidad, a una polis de la cual proviene.