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Diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y del sistema digestivo, anemia, dislipidemia , algunos tipos de cáncer e infecciones, podrían aquejarle como consecuencia de una mala alimentación.
Una alimentación sana ayuda a evitar enfermedades crónicas, y le provee los nutrientes y las vitaminas que hacen que se goce de buena salud.
Según la Licda. Diana Portilla, nutricionista del Hospital Clínica Bíblica, “en todas las edades se podría descuidar la alimentación, esto depende de los hábitos adquiridos y de las situaciones en las que la persona se desenvuelva. Una mala alimentación puede traer problemas gastrointestinales como diarrea o estreñimiento”.
Siempre se ha escuchado, y no es un mito, que el desayuno es la comida más importante del día, ya que en esta se obtiene la energía y vitaminas necesarias que le van ayudar el resto del día para realizar todas las funciones.
Comer “en carrera” tiene una serie efectos negativos en nuestra salud tales como:
Causa una serie de trastornos en la digestión, como pesadez, dolores de estómago y reflujo, entre otras, debido a que no se mastica apropiadamente.
La falta de trituración de los alimentos hace que el cuerpo se esfuerce y gaste demasiada energía, restándosela al cuerpo, por lo que te sentirás más cansado.
Al comer rápido, la comida puede pasar con aire, lo cual provoca dolores de estómago, gases y eructos.
Comer rápido, con estrés o ansiedad provoca que los nutrientes en los alimentos no se absorban apropiadamente, así que aunque comas muy bien, los nutrientes se convertirán en toxinas si estás acelerado o nervioso por la prisa.
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Respuesta:
Los buenos hábitos alimenticios desde el nacimiento tienen una relación directa con la formación estructural y funcional del organismo. Los problemas nutricionales vienen en un gran porcentaje de lo realizado en los primeros años. Así, todos los excesos o déficits tendrán repercusiones posteriores según la evidencia científica.
La malnutrición tiene dos caras: la desnutrición y la obesidad, estas elevan el riesgo de sufrir enfermedades crónicas desde temprana edad. Los signos y síntomas pueden ser variados, todos deben ubicarse dentro de un contexto y el personal médico que conoce al niño puede tomar las mejores decisiones.
Estas son las 5 enfermedades a las que tu hijo se puede ver expuesto a causa de una mala alimentación:
1. Anemia
Padecer anemia significa que hay bajos niveles de glóbulos rojos en el cuerpo. Aunque hay varios factores que inciden en que un niño la desarrolle, el principal, es el bajo consumo de alimentos que contengan hierro.
Entre los síntomas que puede presentar un niño que sufre de anemia están: irritabilidad, lentitud, falta de fuerza muscular, sentir pocos deseos de comer y experimentar dolor de cabeza o mareo. Además, la piel se vuelve pálida en la palma de la mano, seca, escamosa y el cabello se torna seco, opaco y pajizo.
La anemia nutricional puede tratarse con un cambio en la dieta. Sin embargo, el médico valorará la gravedad de la enfermedad y determinará si es necesario tratamiento médico.
Una anemia no tratada afecta la función y el desarrollo mental de tu hijo.
2. Diabetes
La obesidad es uno de los factores de riesgo de mayor incidencia para padecer diabetes tipo 2. A raíz de la obesidad, el páncreas produce menos insulina para controlar los niveles de azúcar, como consecuencia se produce un mal funcionamiento en el organismo, para lo cual requiere tratamiento.
La sed excesiva, cansancio, idas al baño con mayor frecuencia con alto volumen de orina y los mareos, están entre los síntomas que indican que un niño puede estar afectado por esta enfermedad.
La diabetes es una enfermedad crónica que cuando se instaura acompaña a la persona por el resto de su vida y en caso de que no se tengan los cuidados necesarios, afecta significativamente a la salud y calidad de vida del paciente.
La diabetes tipo 2 se presenta cada vez más en niños y adolescentes, esto se asocia con el tipo de alimentación y el estilo de vida.
3. Hipertensión arterial
Los niños con sobrepeso son propensos a sufrir de presión arterial alta. Entre los síntomas se encuentran la dificultad para respirar, alteraciones visuales, dolor de cabeza, mareos y fatiga.
Detectar a tiempo que tu niño sufre de hipertensión es clave para evitar que se vuelva un problema grave, y por lo tanto, avance a una enfermedad renal o cardiovascular.
4. Gastritis
La inadecuada alimentación también puede desencadenar esta enfermedad en los niños, además de otras causas. La gastritis se presenta como una inflación de la mucosa gástrica y el niño afectado puede tener síntomas como dolor abdominal, vómitos, falta de apetito, nauseas, y en casos más severos, puede estar acompañada con sangrados en los vómitos.
Este trastorno digestivo se presenta por el consumo frecuente de comidas condimentadas o picantes, así como de productos procesados, de no tomar los alimentos en horarios regulares incluso en saltarse las comidas, tal como el desayuno o la cena.
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5. Enfermedades odontológicas
Los niños que tienen una alimentación con alto consumo de bebidas envasadas, alimentos procesados y dulces son propensos a tener una deficiente salud oral y en especial desarrollar caries y manchas en los dientes, esta última a raíz de los colorantes añadidos que contienen estas bebidas.