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Respuesta:
Al sumergirnos en agua, el ritmo cardíaco disminuye y los capilares de las extremidades de contraen y la sangre y el oxígeno son re dirigidas a los órganos internos, este reflejo ayuda a que podamos estar sin respirar por algún tiempo.
La capacidad pulmonar y de contener el aliento, varía de una persona a otra. El tipo de cuerpo y el género pueden influir bastante en este aspecto. Las personas con troncos más cortos, tienen menos resistencia frente a quienes troncos más largos.
En promedio las personas aguantan 30 segundos, o algunos, tal vez unos pocos minutos.
Respuesta:
El límite para aguantar la respiración lo determina el mínimo de oxígeno con el que puede subsistir el cuerpo, y la cantidad de dióxido de carbono que éste puede soportar. Ambos, sin embargo, dependen en definitiva de la tasa metabólica. Un buceador que nada en el océano utilizará oxígeno y producirá dióxido de carbono más rápidamente que si se mantiene sin moverse en el agua. Los buceadores libres suelen decir que deben tener una mentalidad meditativa, ralentizando su corazón y vaciando su mente para llegar a un estado de profunda relajación