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La empresa Minesa solicitó una licencia ambiental para hacer explotación minera de oro en el Páramo de Santurbán durante 25 años y, nosotros, como Partido Alianza Verde de Colombia, vamos a alzar nuestras voces el 16 de marzo para evitar que dañen un ecosistema que puede capturar 25.948.600 toneladas de CO2 al año. La importancia del páramo de Santurbán para Colombia En este ecosistema, que tiene una extensión de 129.743 hectáreas, existen ricos minerales como oro, plata, cobre y, adicionalmente, es el páramo que surte directamente a 2.5 millones de personas en departamentos como Santander, Norte de Santander, Boyacá y César. Características que son atractivas para una empresa como Minesa. Según un estudio de Corpoboyacá, hay que tener en cuenta que los páramos son indispensables para la mitigación del cambio climático ya que una hectárea de páramo protegido puede capturar hasta 200 toneladas de CO2 al año. Esto quiere decir que la extensión del Páramo de Santurbán podría ayudar a Colombia a capturar casi 26 millones de toneladas al año. Por otro lado, el ecosistema del Páramo de Santurbán es hábitat de 457 especies de plantas, 17 de anfibios, 17 de reptiles, 201 de aves y 58 de mamíferos. Todos estos elementos han hecho que la Corte Constitucional de Colombia revise la importancia de proteger este tipo de entorno.
El páramo de Santurbán: ¿amenaza al desarrollo minero del país?
El Páramo de Santurbán se ubica entre los departamentos de Santander y Norte de Santander y comprende unas 82.664 hectáreas entre los 3.000 y 4.290 msnm. Este complejo paramuno representa un ecosistema excepcional de alta montaña del mundo, está compuesto por 57 lagunas y se ha calculado que cuenta con un potencial hídrico para proveer agua a 10 millones de personas. Actualmente con el agua de este páramo se abastece las poblaciones de Cúcuta y Bucaramanga, y a más de 30 municipios de la zona.
Gracias a una sentencia interpuesta en la Corte Constitucional durante el año 2009, se logró que dentro del Código Minero se protegieran los páramos de las exploraciones y explotaciones mineras. Pero frente a las concesiones hechas a empresas mineras antes de este fallo, la corte no se pronunció, dejando abierta la interpretación a otros organismos del Estado como las Corporaciones Autónomas y el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial. El proyecto
de Angosturas iniciado en 1995 en el municipio de California, en Santander, por la multinacional Canadiense Greystar - y retomado en el año 2004- es uno de esos casos.
El proyecto de Angosturas propone la realización de una extracción de oro a cielo abierto en el municipio de California, en límites con las quebradas Angosturas y Páez. El proyecto se llevará a cabo en un 52,9% dentro del área en el Páramo de Santurbán entre los 2600 y los 3400 msnm y se espera generar empleos directos para unas 800 personas durante toda la vida de la mina y unos 1500 durante la etapa de construcción. Además, se espera que el 13% de las ganancias se queden al país por medio de las regalías y el impuesto de renta.
Los impactos ambientales con la realización de este proyecto, serían gigantescos en la medida que la minería a cielo abierto requiere hacer voladuras utilizando 150000 toneladas de dinamita diariamente, además se gastan en promedio 250. 000 litros de agua por hora y se remueven 150.000 toneladas diarias de tierra. Como resultado el el ruido, el polvo y la polución aumentan desproporcionadamente.
Adicionalmente, dentro de la minería a cielo abierto se hacen procesos de lixiviación en los que se usan químicos tóxicos como el sodio, el mercurio y el cianuro, para separar el oro de otros minerales, lo que no solo es peligroso para el ser humano, sino también para la flora y la fauna. En el proyecto de la Greystar, los pequeños riachuelos y quebradas, así como las aguas subterráneas que lo nutren, se podrían ver críticamente contaminadas por la lixiviación, pues se calcula que se utilizarían 1.200 toneladas mensuales de cianuro sódico durante 14 años.
El proyecto de Angosturas busca explotar los recursos de la unidad biogeográfica páramo, lo que es sumamente negativo para el país en la medida en que es muy probable que la extracción del oro ocasione una degradación irreversible y de difícil mitigación del ecosistema paramuno y sus funciones.