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Respuesta:
Casi todos los juguetes que fueron protagonistas de mi infancia los recibí la noche de Reyes.
Pensando en ello me vino a la cabeza algo que sucedió de pequeña aquella noche mágica y me apetece compartir.
El caso es que no suelo hablar de temas muy personales en la mayoría de los posts, pero ya que me pongo y me ha salido así al escribir el borrador, pues voy a dejarme llevar Además, te puede servir de idea para que le des una sorpresa que nunca olvidará a tus niños. Eso me haría muchísima ilusión. Y estoy convencida de que a ellos todavía más.
Una noche de Reyes como tantas otras (al menos en un principio iba a ser así), me acosté prontito porque llegaban los Reyes: si me cogían despierta no me iban a dejar juguetes. Tendría yo unos 7 años.
De repente, alguien me tocó el hombro y me llamó. ¿Cómo?¿Qué? Esto no puede ser. ¡Debo de estar soñando!. Un hombre con corona, túnica, capa, pelo y barba blancos estaba delante de mis narices. ¡Era Melchor!
No sabía qué hacer. Estaba en mi habitación intentando procesar la información. Mi madre y mi padre estaban al lado del rey: la opción de que fueran ellos descartada.
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