Respuestas
Respuesta:
Es una estrategia que sirve para que los lectores activen sus conocimientos previos antes de leer y organicen la información explícita que recogieron del texto.
Explicación:
Los textos continuos están formados por enunciados que se organizan en párrafos, y de esa forma el texto se estructura de manera ordenada, a lo que contribuyen también los marcadores discursivos y los diversos conectores. Asimismo, estos textos presentan convenciones de espaciado (como las sangrías) y signos de puntuación.
Debido a la presencia de paratextos (como encabezados, subtítulos, epígrafes, entre
otros) así como por el uso de diversas fuentes (como la negrita o la cursiva, por
ejemplo) la estructura de los textos continuos es jerárquica, lo que ayuda a los
lectores en la interacción.
Los textos discontinuos están formados por una serie de listas; algunos son listas únicas, simples, pero la mayoría están constituidos por una combinación de varias. Las tablas, gráficos, diagramas, anuncios, horarios, catálogos, índices y formularios son ejemplos de textos discontinuos, que aparecen tanto en el medio impreso como electrónico.
Cada uno de estos textos exige distintas técnicas de aproximación y de procesamiento de la información: las características del texto condicionan cómo se lee. En un texto discontinuo la información está organizada en un formato diferente al del texto continuo y generalmente está condensada en poco espacio, lo que requiere del lector la construcción de significado desde las inferencias. El alumno no solo localiza o infiere información para interpretarlo, sino que debe decodificar un formato que presenta otros mecanismos de jerarquización que el texto continuo.
Conocer y comprender aspectos relativos al tipo de texto va a condicionar que uno pueda apropiarse de la información que está leyendo. Leer un mapa histórico incluye varios niveles de análisis: se integra la lectura de leyendas, del título, de una escala, de referencias, entre otros. Leer una gráfica implica comprender su estructura, reconocer sus ejes y coordenadas, así como sus características; leer una tabla de doble entrada obliga al alumno a cotejar y vincular la información entre dos entradas.
La organización de la información en un texto discontinuo no es tan evidente como en un texto continuo, que presenta un desarrollo secuencial. En general, la lectura del texto discontinuo no es lineal, sino que el lector puede ir eligiendo por qué sector del texto va a transitar. Esto implica una toma de decisiones por parte del lector y puede aumentar la dificultad en la lectura.
Proponer actividades de lectura con textos discontinuos favorece en los alumnos la
familiarización con las características de esta clase de textos.