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Respuesta:Ni vencedores ni vencidos
Bahía Blanca
El 16 de septiembre de 1955 se inició la fase final del Golpe de Estado que derrocó al Presidente constitucional Juan D Perón. Iniciada en Córdoba, fue liderada por el general Eduardo Lonardi, integrante del sector nacionalista del catolicismo romano.
El 23 de septiembre de 1955 Eduardo Lonardi es proclamado Presidente de la Nación. La banda presidencial le fue entregada por el cardenal Antonio Caggiano quien también firmó el acta de toma del poder.
“Ni vencedores ni vencidos” fue la sentencia que Lonardi pronunció al asumir la presidencia. Sin embargo, desplazó al Congreso de la Nación, a los gobernadores provinciales junto a sus legislaturas, destituyó la Corte Suprema, se hizo cargo de los poderes legislativo y ejecutivo. Luego, por decreto, designó a los miembros de la Corte Suprema y a los interventores de las provincias
Detrás, los bombardeos a Plaza de Mayo. Junto a ellos, la gestión destructiva de la aviación y el ejército desde el 16 al 23 de setiembre que duró el Golpe de Estado del 55. Se produjeron no menos de 156 muertes por enfrentamientos y ataques directos. La beligerancia fue en casi todo el país para lo que puede decirse que se produjo una “mini guerra civil”.
El santo y seña de los conjurados fue “Dios es justo” En esos días actuaron activamente Comandos Civiles -organizados previamente- con la participación de un importante sector de la Iglesia Católica Romana, partidos políticos y la evidente influencia del Reino Unido y Estados Unidos.
El 13 de noviembre de 1955 el general Pedro Eugenio Aramburu es designado nuevo Presidente. El sector liberal de los golpistas, liderados por el vicepresidente almirante Isaac Roja, perteneciente a la Marina, destituye a Lonardi quien gobernó solo 52 días. Rojas sigue de vicepresidente.
Ni vencedores ni vencidos, el lema de Lonardi, que él mismo ya había quebrado, se transforma en Hay vencedores y vencidos. El sector que ahora gobierna es bien militarista, el que gana gana y el que pierde pierde, Sin pudor señala quienes son los perdedores. El propósito del Gobierno Aramburu-Rojas es eliminar totalmente la ideología y práctica del peronismo.
Tabla rasa de las leyes. Fiel a la creencia del que gana manda se impone el principio de la fuerza. A la destitución de las jurisdicciones provinciales y nacionales se agregan la eliminación de las libertades individuales y la imposición del capricho del poder instituido.
El pueblo es sometido al arbitrio del poder policial del Estado. La garantía judicial queda totalmente desplazada. Se deroga la Constitución de 1949 y se impone la Constitución de 1853 con las reformas de 1860, 1866 y 1898. Las organizaciones sindicales son avasalladas. Los derechos adquiridos anulados. El destino de la mayoría de la población en manos de las intrigas palaciegas.
Se inventan nuevos delitos. Por decreto se establece como delito, con penas de encarcelamiento, el uso del escudo peronista, pronunciar -articular vocalmente- el nombre de Perón y Evita, mostrar o poseer retratos de esas personas u otros elementos referidos al peronismo, cantar la Marcha Peronista, reuniones públicas o privadas relacionadas con dicho movimiento, manifestaciones o expresiones sobre el mismo particular, se interrogan y encarcelan sindicalistas peronistas, se producen allanamientos de las casas de dirigentes o presuntos dirigentes peronistas.
Para los días del 15 al 17 de noviembre de 1955 la CGT declara una huelga general. A causa de ello el gobierno de Aramburu-Rojas pone en prisión a más de 9.000 dirigentes sindicales e interviene la CGT y sindicatos. Se instala el lema “Vamos a hacer la Revolución Libertadora desde el gobierno, con el gobierno, sin el gobierno o contra el gobierno”
Resistencia y fusilamientos. El gobierno de Aramburu-Rojas es resistido por la población. La creatividad popular lo hace desde distintas maneras. Canta la Marcha Peronista en canchas de futbol. Produce la silbatina al vicepresidente Isaac Rojas en el Hipódromo de San Isidro que, a los pocos minutos, aparecen los aviones de la Marina de Guerra efectuando vuelos rasantes sobre las tribunas. También, en otras oportunidades, lo hace con acciones directas.
Explicación:...