Me ayudarían hacer un ensayo del machismo
Que tenga introducción, desarrollo y conclusión
trabajo: Las respuestas a nuestros interrogantes y los datos objetivos que somos capaces
de extraer de estas.
Para dar a entender el procedimiento que seguiremos, lo explicaré: primero
introduciremos la pregunta con unos pequeños párrafos, luego expondremos los datos
relacionados con esta y finalmente daremos a conocer nuestra conclusión.
¿Es nuestra sociedad tan machista como suponemos?
Uno de los requisitos de la encuesta es realizar una comparación entre nuestra
sociedad y otra sobre el tema tratado en esta, así que nos hemos decidido por
intentar responder a la pregunta: ¿Es nuestra sociedad tan machista como
suponemos? realizando una comparación entre la sociedad gallega, que
española, que tomaremos como referencia de sociedad igualitaria. Para ello,
hemos tomado como fuente el IGE (Instituto Galego de Estadística), y hemos
comparado uno de los factores más graves del machismo: la violencia de género.
cónyuge, ex-cónyuge, compañero sentimental, ex-compañero sentimental, novio
y ex-novio) por millón de mujeres en España y Galicia cada año.
Respuestas
Respuesta:
bueno en un rato te lo mando
Explicación:
Respuesta:
Introducción
Antes de comenzar con la introducción propiamente dicha, nuestro equipo ha
visto conveniente dedicar unas cuantas líneas a dar los principales detalles sobre la
muestra analizada, con el fin de hacer más comprensibles, a posteriori, los resultados.
Esta consta de 283 personas, de diferentes edades (entre 14 y 85 años), pertenecientes a
los municipios de Santiago de Compostela y alrededores; las cuales han respondido a
un cuestionario compuesto por 20 preguntas que abarcan diversos aspectos del tema
estudiado.
Para entender los resultados y su interpretación cabe mencionar que, con el propósito de
organizar estos de forma sencilla y poder marcar divisiones en grupos diferenciados,
hemos otorgado valores (-1,0 y 1) a las posibles contestaciones a cada interrogante, de
modo que al sumar todos estos obtenemos un número que nos permite determinar a que
grupo pertenece cada encuestado: “No machista”, si su resultado se encuentra en [-20,-
12); “Medio bajo”, para resultados entre [-12, -4); “Medio alto”, si este se sitúa entre [-
4,4) y “Machista” para resultados mayores que 4.
Ahora sí, con la muestra explicada, comienzo con la historia de cómo hemos llegado a
los resultados obtenidos finalmente, ya que, a pesar de lo que pueda parecer, no ha sido
nada fácil realizar este trabajo. Para ello hemos necesitado meses, utilizados para
escoger un tema apropiado y de actualidad, recolectar datos, obtener conclusiones,
hacer gráficas… además de tener que superar obstáculos, que, incluso, llegaron a ser
2
cómicos en cierto momento.
El proceso comienza a principios del mes de diciembre, cuando se nos propone la idea.
El hecho de que fuese una competición despertó nuestro interés y nos propusimos
intentarlo. Tras una larga tormenta de ideas creímos haber encontrado un tema perfecto:
la relación entre los ingresos y la ideología política, esto sonó bien en nuestras cabezas
y, después de que nuestra profesora nos diera el visto bueno, nos pusimos manos a la
obra: creamos un sencillo cuestionario, conseguimos la autorización necesaria para
encuestar y salimos a la calle. Se podría definir esta experiencia con una sola palabra:
fracaso, ya que nosotros, entusiasmados por todo el esfuerzo realizado, no habíamos
tenido en cuenta un factor muy importante, la privacidad asociada a esta pregunta, lo
que provocó que el número de datos obtenidos fuese insuficiente para poder realizar un
estudio.
Como es normal, después de esa experiencia nos encontrábamos tocados: se acababa el
tiempo y no teníamos ni tema ni datos, éramos incapaces de pensar siquiera sobre algo
que pudiese relanzar nuestro trabajo pero, un día, en el comedor escolar, un debate
sobre un asunto de actualidad nos abrió los ojos. En ese preciso instante nos miramos y
nos dimos cuenta de que lo habíamos conseguido: nuestra encuesta trataría sobre el
machismo en nuestra sociedad.
En un pequeño intervalo de tiempo (que se podría contar por un par de días), nuestro
grupo, con ayuda de nuestro profesor de tecnología y. obviamente, de nuestra profesora
de matemáticas, preparó un cuestionario sobre el tema, en formato digital y en papel,
que no era muy directo con el fin de que la gente no escogiese sus respuestas en función
de lo que le pareciese “políticamente correcto”.
Hecho de nuevo todo el trabajo, cogimos nuestras mochilas, llenas de encuestas y
bolígrafos y, con nuestras mejores sonrisas, salimos hacia un destino que nos pareció
perfecto: el centro comercial As Cancelas. Allí llegamos con todo planificado, haríamos
rápidamente la recogida de datos y, después, veríamos una película como premio a
nuestro arduo esfuerzo. Pero, como dice la Ley de Murphy, “lo que puede salir mal,
saldrá mal”: poco después de dividirnos en grupos y entregar unas pocas encuestas, me
sucede algo, personalmente, que pasado ya el tiempo suficiente, recuerdo con gracia.
Después de intentar entregarle un papel a un hombre, que lo rechazó debido a que mis
compañeros ya lo habían encuestado, una guardia de seguridad se me aproxima con
semblante serio y expresión arisca, y me pregunta: “¿Me permites ver tu autorización?”,
yo, confiado, le respondo: “Por supuesto”, y le muestro una diminuta tarjeta con una
firma y mi DNI; lo cual no altera la expresión de mi interlocutora que, aún más
3
seria(como si fuese posible), deja salir de su boca las siguientes palabras: “No me
refiero a esta autorización, sino a la de gerencia”. Lo que sentí en ese momento es
indescriptible.