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Centrándonos en las diferencias que más afectan en las apuestas, apostar al béisbol y al cricket son dos actividades muy diferentes. Al apostar en el béisbol, por ejemplo, al hacerlo en los totales no necesariamente significa apoyar al equipo que batea primero. Dada la alta alternancia en el béisbol, algunos turnos de bateo pueden determinar el éxito o el fracaso de una apuesta a los totales.
En el críquet, sin embargo, el orden de bateo de los equipos puede tener todo que ver con la probabilidad que se llegue a un total. Cuando se trata de apostar en el cricket, el equipo que batea primero tiene la oportunidad de marcar el ritmo en cualquier partido. Por lo tanto, es razonable que si el primero que batea es uno con más talento ofensivo, el objetivo de la puntuación para el segundo equipo al bate sea más alta que en caso de revertirse los roles. Hay que prestar atención al orden de bateo en el críquet, mientras que no tanto en el béisbol de cara a las apuestas totales.
Y cuando se trata de los mercados de apuestas de resultado final y nos acercamos a la conclusión del partido, en el cricket, son menos predecibles que los del béisbol. Mientras los totales del cricket pueden ser más predecibles si sabes qué buscar, sus apuestas a mercados finales pueden variar en función de diferentes factores.
El béisbol, por su parte, depende mucho del poderío de las rotaciones en la postemporada (playoffs). La profundidad de banquillo y la calidad nos ayuda a que podamos hacernos una idea de qué equipos competirán por el campeonato y llegarán a las World Series con solo mirar los lanzadores al principio de año.