Respuestas
Respuesta:
Explicación:
La incorporación de la mujer al trabajo asalariado, tradicionalmente masculino, ocurre por primera vez durante la Primera Guerra Mundial y se acentúa durante la Segunda Guerra Mundial ante la ausencia de los trabajadores masculinos que estaban en el frente, como soldados. Este hecho fue un paso decisivo para la consecución de una autonomía real de la mujer que disponía de rentas propias. Esta realidad, junto con fenómenos paralelos de mayor educación, demanda de igualdad, control de la procreación, difusión de los métodos anticonceptivos, en el marco demográfico de las teorías conocidas como transición demográfica, segunda transición demográfica y revolución reproductiva, correlacionan de manera inversa el gran aumento de la esperanza de vida durante el siglo xx con una caída de la natalidad. A mayor eficiencia reproductiva menor tasa de natalidad.6 Se produce por tanto una fuerte correlación entre la incorporación al trabajo asalariado de la mujer y una caída de la natalidad. Del mismo modo que se produce una correlación entre la incorporación al trabajo asalariado de la mujer y el aumento en las ventas de electrodomésticos que permiten a la mujer una menor dedicación a las tareas domésticas tradicionales.
a mujer ha demostrado su capacidad, aun cuando no se haya aprovechado en un porcentaje muy elevado.
Se ha incrementado la competencia profesional femenina.
La mujer escoge carreras con mayor potencial de desarrollo profesional.
Existe una aceptación de la mujer como profesional no solamente en puestos de trabajo no cualificados.
Se da una integración de la mujer en las empresas en puestos de dirección y como ejecutivas.
Si bien la participación de las mujeres en el mercado laboral ha mejorado, la evidencia sugiere que estas aún enfrentan oportunidades limitadas. A menudo realizan trabajos con requisitos mínimos de habilidades, y tienen pocas oportunidades de aprender y progresar. Estas barreras generan una brecha de género en el desarrollo de habilidades, limitando el potencial de desarrollo de los países de ingresos bajos y medios. Por ello, los gobiernos y agencias de desarrollo han tratado de mejorar las habilidades de las mujeres a través de programas de formación profesional y empresarial. Una revisión de 35 estudios que midió el impacto de los programas de formación profesional dirigidos a mujeres mayores de 18 años, concluyó que estos tienen pequeños efectos positivos en el empleo, el empleo formal y los ingresos. Por su parte, la capacitación empresarial combinada con otros componentes del programa tuvo efectos positivos en el trabajo por cuenta propia, así como también en las ventas y beneficios. Sin embargo, estos efectos relativamente pequeños pueden ser insuficientes para justificar la ampliación de estos programas. Por ello, estos deberían incluir un enfoque de género, capacitación en habilidades para la vida o pasantías.
Cambios en la cualificación de la mujer
Paralelamente a los cambios del entorno social que han favorecido la incorporación de las mujeres al mundo laboral, también se ha producido una importante evolución en su cualificación, motivada por los siguientes aspectos:
El acceso masivo de las mujeres a la enseñanza superior.
El aumento de sus conocimientos profesionales, mediante la especialización.
La formación permanente (ocupacional, de adultos, reciclajes profesionales, etc.).
El incremento de la experiencia, derivada del mayor porcentaje de mujeres en el mundo laboral.
La presencia de las mujeres en las universidades era minoritaria y en algunas facultades prácticamente inexistente. Pero en las últimas décadas, el acceso de la mujer a la enseñanza superior ha sido masivo. Hoy en día las mujeres constituyen más de la mitad de alumnos de las facultades y escuelas universitarias; únicamente en las escuelas técnicas superiores continúan siendo minoría, especialmente en las carreras pertenecientes al área de ingeniería y tecnología.