Reproducción del gallito de las rocas , es para hoy plz
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La reproducción del gallito de las rocas se inicia en el mes de octubre, finalizando con la incubación, que abarca los meses de noviembre hasta febrero. ... En la especie Rupicola peruvianus existe la poliginia, donde un macho puede aparearse con varias hembras.
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La reproducción del gallito de las rocas se inicia en el mes de octubre, finalizando con la incubación, que abarca los meses de noviembre hasta febrero.
Existen algunos elementos que tienen influencia en el proceso reproductivo. Entre estos se encuentran la disponibilidad del alimento, la composición vegetal, la cercanía a los lugares de anidación y el clima.
En la especie Rupicola peruvianus existe la poliginia, donde un macho puede aparearse con varias hembras. Previo a la copulación, el macho de esta especie realiza conductas propias del cortejo. La intención es atraer a las hembras y demostrar su supremacía ante los otros machos del grupo.
El cortejo
La temporada de reproducción comienza con el establecimiento del lek, una formación de carácter social, donde se establecen jerarquías entre los machos. El dominante establece un territorio circular, donde él se ubica y los otros machos lo rodean. El primero en aparearse será el macho con mayor jerarquía.
En el que el macho realiza unas majestuosas exhibiciones. En estas, el macho puede elevarse en vuelo, realizando movimientos de cabeza. También puede saltar hacia adelante y hacia atrás, agitar sus alas, hacer bailes y emitir fuertes vocalizaciones.
Al hacer este cortejo, el macho corre el riesgo de ser visto por un depredador, que puede atacarlo para comérselo.
Las hembras observan con detenimiento estas danzas, que generalmente ocurren en la mañana. Aunque el macho también pudiera realizarlas en la tarde, pero a medida que avanza el día se vuelven menos vigorosas.
Selección de la pareja
El macho que realice la mejor danza y que diariamente la ejecute a la misma hora y en el mismo lugar, pudiera ser elegido por la hembra para aparearse. Las hembras eligen a su pareja picoteando su cuello.
El momento en que la hembra es atraída por uno de los machos, se le acerca para copular. El resto de las hembras sigue en las ramas, observando a los machos danzar. Después del apareamiento, la hembra se marcha y el macho regresa al lek para continuar danzando, con la esperanza de atraer a otra pareja.
El macho no participa en ninguna actividad relacionada con el anidamiento ni con la cría del pichón. Toda su energía está centrada en la realización de los rituales de exhibición que realiza en el lek.
Estas coloridas presentaciones implican un alto costo energético. Además, el cortejo y la elección de la pareja podría durar varios días. Estos factores pudieran ser la explicación de porqué el macho no toma una posición activa en la construcción del nido, ni en el cuidado de los polluelos.
Anidamiento
El nido es construido por la hembra. Para eso puede elegir afloramientos rocosos del bosque húmedo o grietas en los muros. De esta manera, la hembra trata de buscar un lugar inaccesible a los depredadores. Generalmente construye el nido en una zona cercana al lek donde encontró pareja.
La forma del nido es parecida al de una copa cóncava. La hembra los hace mezclando su saliva con barro y material vegetal.
Incubación y cría
La hembra se encarga por completo de la incubación y de cuidar a los pichones. Si el macho colaborara en esta tarea sería peligroso, puesto que sus llamativos colores podrían atraer a las serpientes, las águilas o a los hurones, depredadores que pudieran matar a sus crías.
Sobre el fondo rocoso donde se encuentra el nido, el color marrón de la hembra contribuye a que pase desapercibida ante cualquier enemigo.
Generalmente suele poner dos huevos, que incuba por un período de 25 a 28 días. Al nacer, los polluelos del gallito de las rocas estarán junto a la madre durante tres meses.
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