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Respuesta:
En base a los resultados reportados en la tabla I, encontramos que los niveles de proteína total son semejantes a los reportados en equinos, bovinos y cerdos (Kraft, 1998), pero son elevados con lo reportado para vicuñas en ambiente natural (Garnica et al., 2003) e igualmente para alpacas y llamas (Oevermann et al., 2004). Asimismo respecto a los niveles de glucosa, son superiores a los valores señalados en equino, bovino, cerdo, gato y perro (Kraft, 1998); siendo superiores a lo indicado por Garnica et al. (2003) en vicuñas y ligeramente superiores a los registrados en alpacas y llamas adultas (Oevermann et al., 2004). Esta hi-perglucemia observada puede ser atribuible a la falta de ejercicio, es decir en el gasto energético de estos (Guyton y Hall, 2001), dado que la vicuña es un animal aclimatado a vivir en alturas, y corre grandes distancias, por tanto durante el ejercicio prolongado el principal sustrato energético es la glucosa, mientras que al final son la grasas (García et al., 1995) no dándose lo explicado en las condiciones de cautiverio. Dado que el metabolismo de la glucosa en camélidos es aún desconocido, los niveles elevados de glucosa podrían atribuirse a una resistencia moderada a la insulina (Cebra et al., 2001). Los niveles de colesterol encontrados, son superiores a los registrados en equino, bovino, cerdo, gato y perro (Kraft, 1998) y se encuentran por encima de lo establecido para vicuñas en reposo (Garnica et al., 2003) igualmente superiores para lo hallado en llamas, camellos y alpacas (Purdy, 2004). Reflejando, una elevación en la concentración de colesterol, los cambios que se producen en la alimentación.