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Dios nos cuenta que Él también tiene un papel en este drama como nosotros. El Suyo empieza cuando comienza el camino de la devoción.
Hace 2500 años, en la mitad del ciclo del mundo, los seres humanos empezamos a echar en falta algo que se nos escapa, pero que sentimos profundamente, Su existencia, debido a empezar a experimentar tristeza, dolor, sufrimiento y dificultades. Es cuando almas puras llegan para establecer las religiones. Es entonces cuando tiene principio Su papel de dar visiones que refuerzan la fevisiona. Les da visiones de lo que ellos desean; ese es Su principal papel en esos momentos para que los seres humanos no caigan demasiado pronto en la degradación extrema, y así vamos yendo por las dos edades cobre y hierro hasta llegar a este momento de irreligiosidad extrema, donde se ha perdido todos los valores.
Ahora, desde hace un tiempo, Él añadió Su siguiente papel, el de dar conocimiento para despertarnos del letargo anodino de esos 2500 años, la caída, que siguieron al final del mundo puro al que llegamos hace 5000 años, el llamado paraíso. Su método: volvernos a descubrir quienes somos en realidad; lo siguiente: cualidades-del-hogarcielonirvana-13-728nos da Su presentación para que Le volvamos a reconocer y a conocer Qué es y cómo es de verdad; y, lo último: darnos Sus enseñanzas para recuperar nuestra pureza perdida, porque ahora se termina este ciclo y hemos de volver a nuestro hogar verdadero y allí nadie puede regresar hasta que el alma vuelva a ser liviana.
Después de todo esto…, Dios, el Alma Suprema, nuestro Padre del alma, regresa con todos nosotros las almas, Sus hijos, a nuestro mundo verdadero, el mundo incorporal. Nos lleva en una larga procesión de felicidad en nuestra forma de luz, a instalarnos de nuevo en nuestros propios departamentos eternamente asignados al mundo de luz, Paramdham, Nirvana, el Brahmand, a la espera de volver a bajar al mundo denso que hemos dejado atrás renovándose. No vamos a quedarnos en la paz de la incorporalidad eternamente; uno a uno iremos bajando otra vez según nuestro turno. Dios, en cambio, va a empezar unas vacaciones de 2500 años, porque en el paraíso, el mundo renovado, los seres humanos no le necesitamos porque ya nos lo ha dado todo enseñándonos Raja Yoga en estos momentos de ahora.
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