en los sistemas naturales, no hay elementos que interactuan entre si
Respuestas
Respuesta: El sistema social se desarrolla en un espacio biogeofísico, que es, en último término, el hábitat natural del hombre. En su expresión más general, este sistema, que incluye al hombre, se denomina biosfera y viene definido en sus términos más generales como aquella parte de la tierra donde existe vida.1
El sistema natural precede al hombre y al sistema social en miles de millones de años y está formado por una parte viva (biótica) y otra no viva (abiótica), que le sirve de base y sustento.
La parte biótica está compuesta por los animales, las plantas y los microbios. La base abiótica lo está por la materia orgánica y subproductos de la actividad orgánica y de los procesos de descomposición, más elementos inorgánicos, como el agua, el anhídrido carbónico, el oxígeno, los carbonatos, los fosfatos y, finalmente, una serie de factores físicos y gradientes, tales como la radiación solar, la temperatura, la humedad, los vientos, etcétera.2
Los diferentes elementos --tanto bióticos como abióticos-- de la biosfera están en un proceso permanente de interacciones mutuas. Así, lo que se conoce como ambiente natural es un complejo de sistemas interactuantes físicos, químicos y biológicos, que se acostumbra denominar sistema ecológico o ecosistema. Es este último el que permite la sobrevivencia biológica del ser humano, proporcionándole además los recursos esenciales para sus actividades económicas y productivas. El proceso económico es, en gran medida, la actividad orientada a transformar los recursos del sistema natural de forma que se puedan utilizar por la sociedad para la satisfacción de sus necesidades. Con el desarrollo de la humanidad, y sobre todo con el crecimiento económico acelerado, la generación de bienes y servicios a partir de la naturaleza tiende a aumentar. Resulta evidente que si la actividad del hombre depende de la utilización de la naturaleza, ésta debe tener una capacidad de regenerar los productos que se le extraen y al mismo tiempo mantener aquellas condiciones que permitan la vida humana.
El sistema natural no es algo estático e inmutable. Tiene una dinámica que hace posible recuperar los elementos que son extraídos por el hombre en su actividad productiva, y al mismo tiempo garantiza la preservación de las condiciones mencionadas. Dicha dinámica descansa en algunos procesos básicos3 que son:
la captación, conversión, acumulación y transporte de energía;
los ciclos biogeoquímicos e hidrológicos, que posibilitan el paso de minerales y nutrientes esenciales a la vida;
los procesos mediante los cuales los organismos vivos cumplen su ciclo vital, multiplicándose, adaptándose y evolucionando, y
los procesos de percepción, comunicación y transmisión de información, que posibilitan la interacción de los elementos constitutivos del sistema.
Las funciones señaladas son posibles gracias a los flujos de energía y materia que determinan la conducta de los sistemas y subsistemas y las interacciones entre el medio físico-químico y el conjunto biótico en un proceso dinámico permanente.4
La fuerza motriz, tanto para los procesos biológicos como físico-químicos proviene de una sola fuente: el sol. Es la energía radiante en forma de luz solar la que --transformada en energía química a través de la fotosíntesis-- inicia todo el proceso ecológico.
La energía química es a su vez convertida en energía mecánica y térmica mediante el metabolismo celular. La energía solar --fijada mediante el proceso de fotosíntesis y retenida brevemente en la biosfera antes de ser irradiada de nuevo al espacio en forma de calor-- es una parte pequeñísima de la cantidad total que llega a la tierra, no alcanzando más que 0.09% del total recibido.5 De este total fijado por los autótrofos, 63% se pierde inmediatamente en la forma de calor durante la actividad metabólica, y no es utilizada, mientras que 21% se pierde en respiración, lo que totaliza 84% de ese 0.09% de energía que no se utiliza. Los herbívoros utilizan, por lo tanto, 13.5% y representan el primer nivel heterótrofo, pasando el 2.7% restante a los descomponedores. Al nivel de los herbívoros, se reproduce el proceso de transferencia y conversión nuevamente con porcentajes altos de energía no utilizada que se pierde bajo la forma de calor y respiración. Los carnívoros sólo utilizan 20% de la energía recibida por los herbívoros; éstos pierden 30% en respiración y 46% no se utiliza, la diferencia pasa a los descomponedores (véase la siguiente figura). En los carnívoros se da de nuevo una disponibilidad de energía mucho mayor que la que éstos utilizan y que finalmente se pierde en respiración y energía no utilizadas.
Explicación:
no lo se estoy haciendo mi tarea