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La necesidad de volver los ojos al sistema ferroviario como medio de transporte y comunicación y repotenciar los proyectos de construcción de vías férreas elaborados en el pasado, fue destacada por el congresista José Saldaña Tovar al inaugurar el primer Foro Inter Regional ‘Red ferroviaria y desarrollo nacional’ que se realizó el miércoles 26 en el Palacio Legislativo.
En tal sentido, destacó la importancia de apoyar la propuesta de la empresa Ferrocarril Central Andino (FCA) de construir una extensa red ferroviaria para articular la zona andina con el puerto de Marcona, en Ica, y unir Huancavelica con Ayacucho vía Acobamba; así como el túnel trasandino que permitirá reducir a tres horas y media el viaje entre Lima con Huancayo y Cerro de Pasco; y a cinco horas y media entre Lima y Huancavelica.
Se busca, dijo el expositor, integrar mediante infraestructura férrea a Huancavelica, Ayacucho, Apurímac, Huánuco, Cerro de Pasco, Cusco y Ucayali.
Dichas propuestas fueron detalladas por Juan de Dios Olaechea, presidente ejecutivo de FAC, empresa peruana que obtuvo la concesión del Ferrocarril Central, hasta hace poco considerado el más alto del mundo (fue superado por el ferrocarril que conduce al Tibet, con 5,300 metros de altura).
El empresario destacó la importancia de los ferrocarriles én el desarrollo del país y para contribuir a romper los ‘cuellos de botella’ y congestiones en las carreteras, economizar en combustibles, reducir las horas de viaje y evitar la contaminación ambiental ya que la tendencia actual es usar gas en vez de diésel o gasolina.
Los comentarios del empresario fueron ratificados por la ministra de Transportes y Comunicaciones, Verónica Zavala Lombardi, quien anunció que el Gobierno se propone promover la inversión de 5,543 millones de dólares, por parte de empresarios privados, para construir 2,561 kilómetros de vía férrea en todo el país.
Esto permitirá superar la situación actual, dijo la representante del Ejecutivo, en que nuestro país cuenta con apenas 1,420 kilómetros, menos que el auge ferrocarrilero de antes de la Guerra del Pacífico (1879), cuando contaba con 1,500 kms.
La ministra recordó la importancia que tuvieron los ferrocarriles hasta los primeros cincuenta años del siglo pasado, antes de empezar una época de abandono y cierre de ferrocarriles, proceso que se inició en 1955 con el de Pisco-Ica, al que le siguieron los que comunicaban Lima con Ancón, Lima con Lurín, etcétera.
Actualmente, el Perú cuenta con sólo seis líneas férreas: la del Centro, incluyendo la vía de La Oroya y Cerro de Pasco; el llamado ‘tren macho’ de Huancayo a Huancavelica; el Cusco-Santa Ana-Quillabamba; la línea minera privada que opera la SouthernPerú Cooper Corporation; el Ferrocarril del Sur y el histórico Tacna-Arica.
Para acelerar el proceso de modernización y ampliación de la red ferroviaria, la ministra destacó la entrega de concesiones, como el otorgado a un nuevo operador en la ruta Cusco-Machu Picchu, para hacerla más competitiva y beneficiar a los pasajeros que verán reducidos los costos por la competencia entre dos concesionarias y a la empresa encargada del mantenimiento de la vía.
A su vez, el historiador Elio Galesio reseñó el avance y retroceso de los ferrocarriles desde hace 170 años, y destacó también la importancia de promover su desarrollo con miras al futuro de nuestro país.
En el evento se destacó la importancia de la construcción con inversión privada del proyecto del ferrocarril que unirá los puertos norteños de Paita y Bayóvar con la localidad de Cruceiro do Soul, estado de Acre, en Brasil, recorriendo la zona nororiental de nuestro país, provecto que fuera declarado de necesidad pública y de interés nacional por el Congreso de la República hace dos semanas.
El tramo nacional del Proyecto Ferrovía Transcontinental Brasil-Perú-Atlántico-Pacífico (FETAB) tendrá 4,100 kms de extensión, de los cuales 1,411 kms corresponderán a territorio peruano (recorrerá los departamentos de Ucayali, Huánuco, Pasco, San Martín, Amazonas, Cajamarca y Piura), demandará una inversión de 10 mil 500 millones de dólares, y su ejecución se hará realidad en cinco años.