¿Como se da la evangelización en bolivia? Explica brevemente.
Respuestas
Respuesta:
La Colonización europea de América|colonización de América]] fue emprendida por sacerdotes católicos de distintas órdenes religiosas, que llevaron a cabo una amplia labor evangelizadora. Entre las misiones de dichas órdenes destacaron las de los jesuitas y franciscanos, y su labor en la Chiquitania boliviana.
Explicación:
Respuesta:
La Colonización europea de América|colonización de América]] fue emprendida por sacerdotes católicos de distintas órdenes religiosas, que llevaron a cabo una amplia labor evangelizadora. Entre las misiones de dichas órdenes destacaron las de los jesuitas y franciscanos, y su labor en la Chiquitania boliviana.
procesos:
Dicen que un alumno preguntó en la Sorbona a Maurice Leenhardt cuántos canacos había convertido en Melanesia durante un cuarto de siglo. El viejo misionero lo miró, pensó unos instantes atusándose la barba y respondió: «Tal vez
uno» (Clifford, 1992: 1). Apócrifa o cierta, la anécdota sirve de disparador a la
hora de volver a pensar el clásico problema de la conversión religiosa, y, en particular, algunos elementos comparativos, para evaluar la tarea de un linaje ilustre de misioneros-etnógrafos que incluye a figuras como Sahagún, Ruiz de Montoya, Lafitau, Codrington, Junod, Gusinde o Strehlow.2
Se trata, pues, de analizar la performance del proyecto misional protestante
tras sesenta años de acción entre los chacobos de la Amazonía boliviana.3
Como en el caso de otros grupos de la región, las fuentes registran contactos
más o menos esporádicos de estos grupos con misioneros jesuitas, franciscanos y seculares desde mediados del siglo xviii, que penetran en la selva desde
los Andes o bien desde los llanos de Mojos. Podemos comenzar, entonces, repasando la fragmentaria prehistoria católica de la evangelización de los panos
meridionales. Las primeras noticias sobre grupos panófonos en la Amazonía boliviana surgen a finales del período jesuítico de localidades aisladas, periféricas
a la órbita de las exitosas misiones de Mojos. Un documento anónimo de 1753,
conservado en el Archivum Romanum Societati Iesu de Roma, narra una expedición que parte de la efímera reducción de San Pablo y reporta la existencia de
indígenas que parecen ser de filiación pana por los nombres personales (Mari),
los nombres grupales (noiras) y los topónimos que usan (Pacavara) (Villar, Córdoba y Combès, 2010). Sin embargo, la información etnográfica del documento
es pobre, y añade poco a la usual diatriba sobre las idolatrías; así, por ejemplo,
fascinado por los tropos del incesto o la aberración de los salvajes, el cronista
refiere que «el varón cría como hija desde siete u ocho años a la que ha de ser
su mujer», cuando es probable que se trate simplemente de poliginia sororal en
un contexto uxorilocal, frecuente en estos grupos; es decir, un hombre que se
instala junto a sus suegros y «cría» a la hermana de su esposa como cónyuge
potencial.
2. Por razones que aquí no cabe recapitular, la relación entre misioneros y antropólogos ha sido
históricamente complicada; una copiosa literatura analiza sus respectivas competencias, articulaciones y entrecruzamientos (véase, entre otros, Miller, 1981; Beidelman, 1982; Geest, 1990; Pels,
1990; Priest, 2001).
3. La familia lingüística pano engloba hoy en día a unos 50.000 hablantes de una treintena de
lenguas en la porción tropical de las actuales repúblicas de Perú (Loreto, Ucayali, Huánuco, Madre
de Dios), Brasil (Amazonas, Acre, Rondonia) y Bolivia (Beni, Pando) (Erikson, 1993). Los panos
meridionales —chacobos, pacaguaras, yaminahuas— son los únicos grupos pano-hablantes de la
actual Bolivia. Hoy en día, un millar de chacobos habita una veintena de comunidades situadas entre
los ríos Ivón, Geneshuaya, Benicito y Yata, en las provincias Vaca Díez y Yacuma del departamento
del Beni (Córdoba, Valenzuela y Villar, 2012).
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Boletín Americanista, año lxv. 1, n.º 70, Barcelona, 2015, págs. 113-131, ISSN: 0520-4100 115
Luego de la expulsión de los jesuitas, en 1767, las misiones de Mojos pasan
a ser jurisdicción del clero y la administración secular, pronto acusados de abusos y de corrupción. En este contexto escandaloso, el gobernador de Mojos,
Miguel de Zamora, encarga al cura Francisco Negrete tres grandes expediciones entre 1795 y 1800, que fracasan una tras otra por la inconstancia indígena,
pero sobre todo por las epidemias de viruela. Una vez más el aporte etnográfico de los documentos se limita a las listas de neófitos y las actas bautismales
que registra el cura: un auténtico tesoro de patronímicos misionales (Guara), etnónimos (pacaguaras, isabos, sinabus) y nombres personales (que en los sistemas onomásticos panos suelen reciclarse a través de las generaciones), fundamentales a la hora de reconstruir la etnohistoria de los panos meridionales
espero que te sirva bro