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Respuesta:
fueron importantes
Explicación:
Bueno el nombre lo dice todo, eran prisioneros de guerra peligrosos enviados a trabajar en los cocales de la Ceja de Selva, en condiciones muy duras, ya que eran castigados por haberse revelado al poder Inca. No participaban en mitas, ni mingas, tampoco eran objeto de donaciones a ninguna clase social inca, menos para comercio, arrendamiento, ni préstamo.
Era propiedad del Estado, pues no hubo tráfico de Piñas pero existieron familias y Ayllus, enteros sometidos a la esclavitud.
Existieron sólo dos formas de Piñas:
1. Prisioneros por delito de rebelión contra el Inca y el imperio.
2. Por nacimiento o sucesión familiar.
El Inca tenía derecho a la vida y muerte de los Piñas, estos hombres llevaban una vida muy penosa y riesgosa que ofrecía la selva, llena de animales salvajes, insectos y la enfermedad de la Uta, que les desfiguraba el rostro.
Algunos estudiosos los identifican como esclavos, y a pesar de no aparecer en las crónicas se sabe de ellos pues estaban descritos en los diccionarios quechuas. Según investigaciones de Rostorowsky, estos diccionarios se menciona que los «pinakuna» fueron prisioneros de guerra y ocupaban un nivel inferior en la escala incaica. Según W. Espinoza, señala que la institucionalización de los «piñakuna» es tardía y quien la institucionalizó fue Huayna Capac; a partir de este periodo todo aquel prisionero de guerra que no admintía su derrota pasaba a formar parte de los «piñakunas». Así sucedió con algunos grupos de pastos, carangues, cayambes, quitos, cañaris y chachas.
La situación de los «piñacunas» fue extensiva para sus parejas e hijos, quedando como propiedad del estado incaico, enviándolos a trabajar en zonas de difícil acceso, generalmente en cocales de la selva de montaña; existen evidencias de que el estado también les proporcionaba tierras para su propia subsistencia.