Respuestas
Respuesta:ducar: su única ambición. Día a día, desde todos los ámbitos y lugares: desde el periodismo, desde el poder, desde el exilio, desde la literatura. Educar en Buenos Aires y en las provincias; en Chile y en Paraguay; al rico y al pobre, al hombre y a la mujer, al adulto y al niño. Educar. Verbo liberador, puerta de entrada a los demás verbos amados por Sarmiento: crecer, democratizar, ser, progresar.
Esa fue acaso su única ambición en la vida. Sus libros, sus polémicas, sus viajes -incluso sus participaciones políticas y militares- parecen reducidos hoy a una serie de estrategias para desterrar un único enemigo íntimo: la ignorancia. Según Sarmiento, ésta era antesala de la barbarie, sinónimo de la tristeza, la frustración, el terror y la muerte.
¿Cuándo nació esta ambición? Muchos historiadores, y él mismo, la han centrado en su infancia, a los 14 años, en 1825. Por entonces, Bernardino Rivadavia no había llegado aún a la Presidencia de la Nación. Se desempeñaba, no obstante, en funciones de gobierno y había solicitado que cada provincia enviara sus seis mejores estudiantes a Buenos Aires. Becados por el Estado, continuarían allí su instrucción, en el prestigioso Colegio de Ciencias Morales. Rivadavia también pedía que, aunque pobres, los chicos proviniesen de familias decentes.
Explicación: