Respuestas
Respuesta:
Ya en la Antigua Grecia, la piel clara era un símbolo de clase social alta. Tuvieron que pasar milenios para que el tono moreno típico del verano se convirtiera, por accidente y gracias a una famosa diseñadora de moda, en un símbolo de prestigio social. Sucedió en pleno siglo XX, cuando también comenzó a desvelarse la utilidad biológica de la tez morena.
Explicación:
“La exposición solar favorece la producción de vitamina D, aumenta la absorción de calcio y previene el raquitismo, pero los baños de sol sin control y en exceso son sumamente perjudiciales”, indica Mario Lecha, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Clínico de Barcelona y miembro del Grupo de Fotobiología Español. Los diferentes tipos de radiación que recibe la piel tienen efectos muy diversos que pueden presentarse inmediatamente después de la exposición solar o incluso años más tarde. Los trastornos de la epidermis van desde pequeños cambios en la pigmentación hasta tumoraciones graves que pueden extenderse al resto del organismo.