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Respuesta:
Durante los siglos XII y XIII, el mundo medieval empezó a experimentar una serie de cambios sin retroceso. Empezó a apreciarse un incremento de la población como consecuencia de un notable aumento de la producción agrícola debido principalmente a :
1. La roturación de nuevas tierras.
2. Aparición del arado de vertedera en sustitución del antiguo arado romano.
3. Comienza a utilizarse el caballo como animal de tiro en sustitución de los bueyes.
4. Invención de nuevas herramientas agrícolas como la guadaña, collera y herradura de clavos.
5. Se perfeccionaron los molinos de agua y viento.
6. Mejoras en las técnicas de regadío, introducidas principalmente por los árabes (norias, acequias).
7. Introducción de nuevos cultivos como los cítricos, azafrán, berengenas, caña de azúcar, etc, la mayoría de ellos traídos a la península por los árabes.
8. Una mejor adecuación de los sistemas de cultivo. La rotación bienal, dejó paso a la rotación trienal, en la cual la tierra se dividía en tres hojas de cultivo, en una se sembraba cereal, en otra legumbres y otra se dejaba de barbecho. En esta última que no se cultivaba, se dejaba pastar al ganado para que con sus excrementos, abonara la tierra.
Como consecuencia de esta mayor producción, aparecieron los primeros excedentes agrícolas, que pronto empezaron a comercializarse, posibilitando el acercamiento del campo a la ciudad. Esto hizo posible el resurgimiento de antiguas ciudades y la creación de otras nuevas.
Otras causas por la que hubo un fuerte desplazamiento de población del campo a la ciudad, fueron el rechazo del servilismo extremo al que se veían sometidos los campesinos por parte del señor feudal así como la aspiración a tener un oficio y el deseo de los reyes de ampliar sus territorios y su autoridad, fundando villas reales (Villas nuevas o Villas francas), con el asentamiento de gentes de toda condición, que dependían directamente del rey. Éste las liberaba del yugo feudal y les concedía franquicias.
A estas nuevas ciudades, se las llamó burgos y a sus moradores burgueses. Los burgos solían estar rodeados de una muralla defensiva, dotada de torres de vigilancia y puentes levadizos en sus puertas que impedían el paso hacia el interior. Celebraban en su interior ferias y mercados donde se llevaban a cabo importantes transacciones comerciales. Los mercados se celebraban una o varias veces a la semana y se comerciaban principlmente con productos agrícolas; las ferias generalmente eran anuales, con fecha fija, y en ellas se comerciaba con ganado y herramientas.