Respuestas
Respuesta:
La sabiduría: para comprender lo que Dios espera de nosotros y tener el deseo de la sabiduría de Dios, que es amor infinito.
La inteligencia: para ayudarnos a profundizar y comprender la Palabra de Dios, por nuestra inteligencia, por supuesto, pero además, por el corazón.
El consejo: es ponerse a la escucha de Dios para dejarse guiar por él. Hay que aceptar en la oración los “consejos” de Dios, con el fin de distinguir lo que está bien y lo que está mal.
La fortaleza: para permanecer fieles al Evangelio y para a atreverse a dar fe de Cristo a los demás.
La ciencia: para ayudarnos a asumir mejor el verdadero sentido de la vida, para nosotros mismos y para los demás.
El afecto filial: es amar a Dios como un niño; este don también se llama “temor” de Dios. No es tener miedo, sino darse cuenta de que siempre debemos amarlo cada vez más.
El Temor de Dios: no se trata de un miedo cualquiera. Se trata de una distancia justa de vivir para ajustarse a Dios. Abandonar cualquier idea de “omnipotencia” personal para entrar en la humildad liberadora del Evangelio.