Respuestas
Alas: todos los animales voladores tienen alas. En algunos casos, estas alas son modificaciones de los miembros anteriores del cuerpo, como en aves o mamíferos voladores (murciélagos), donde los huesos se han ido modificando a lo largo de la evolución aportando la capacidad o mejorándola. Otros animales han desarrollado alas, por lo que se conoce como convergencia evolutiva, es decir, por presiones ambientales similares. Este es el caso de los insectos.
Bajo peso: para que un animal pueda volar no debe ser muy pesado. Las aves han reducido el peso de sus huesos aumentando la porosidad de estos, haciendo que sean más ligeras. Los invertebrados voladores pesan poco, ya que el material del que está constituido su exoesqueleto es muy ligero. Aquellos animales voladores que tienen un peso mayor no pueden volar largas distancias porque no pueden mantenerse mucho tiempo en vuelo.
Capacidad cardíaca: tanto los músculos encargados del vuelo como el propio músculo cardíaco están muy desarrollados en los animales voladores. El vuelo gasta muchísima energía y debe llegar una mayor cantidad de oxígeno a los músculos. Para que esto ocurra, la frecuencia cardíaca es muy alta y las concentraciones de hemoglobina en sangre (proteína que transporta el oxígeno en la sangre) también.
Forma aerodinámica: la forma del cuerpo también es importante. Reducir la resistencia que ejerce el cuerpo contra el aire sirve para ser más eficiente en el vuelo. Tener una forma menos aerodinámica no implica no poder volar, pero sí hacerlo más lento