Respuestas
Respuesta:
Los objetivos generales tienen carácter genérico, se proyectan a largo plazo, y consisten en la suma de objetivos específicos más pequeños que al final permitirán alcanzar la meta propuesta en el Plan de Acción.
Barney y Griffin, dos profesionales especialistas en la gestión y organización de empresas definieron los objetivos generales en cuatro grupos esenciales:
– Los dirigidos a la orientación y dirección.
– Los que facilitan la planificación.
– Los que resultan útiles para motivar e inspirar a los empleados
– Los dirigidos a evaluar la planificación y el control.
Los objetivos generales son de especial utilidad ante los sucesivos problemas que pueden surgir y que requieran de la toma de decisiones difíciles.
Al final, no hay que olvidar que el planteamiento de objetivos generales permite un clima de trabajo adecuado, para dividir la planificación y metas, en tareas más sencillas que puedan ser desarrolladas de forma individual por cada uno de los trabajadores.
Cuando un empleado conoce de forma detallada cuáles son los objetivos que hay que conseguir y lo que se espera de él, la motivación viene por sí sola, y es mucho más sencillo que el trabajador pueda realizar sus tareas sin contar con supervisión constante.
Es esencial que una empresa no solo cuente con objetivos generales, sino que en su estrategia los acompañe de objetivos específicos. Esto es así, para poder garantizar el cumplimiento de los hitos y metas. Un equipo que cuente únicamente con objetivos generales puede dar lugar a confusión y falta de seguimiento.
Los objetivos generales tienen carácter genérico, se proyectan a largo plazo, y consisten en la suma de objetivos específicos más pequeños que al final permitirán alcanzar la meta propuesta en el Plan de Acción.
Barney y Griffin, dos profesionales especialistas en la gestión y organización de empresas definieron los objetivos generales en cuatro grupos esenciales:
– Los dirigidos a la orientación y dirección.
– Los que facilitan la planificación.
– Los que resultan útiles para motivar e inspirar a los empleados
– Los dirigidos a evaluar la planificación y el control.
Los objetivos generales son de especial utilidad ante los sucesivos problemas que pueden surgir y que requieran de la toma de decisiones difíciles.
Al final, no hay que olvidar que el planteamiento de objetivos generales permite un clima de trabajo adecuado, para dividir la planificación y metas, en tareas más sencillas que puedan ser desarrolladas de forma individual por cada uno de los trabajadores.
Cuando un empleado conoce de forma detallada cuáles son los objetivos que hay que conseguir y lo que se espera de él, la motivación viene por sí sola, y es mucho más sencillo que el trabajador pueda realizar sus tareas sin contar con supervisión constante.
Es esencial que una empresa no solo cuente con objetivos generales, sino que en su estrategia los acompañe de objetivos específicos. Esto es así, para poder garantizar el cumplimiento de los hitos y metas. Un equipo que cuente únicamente con objetivos generales puede dar lugar a confusión y falta de seguimiento.