¿Qué factores diezmaron la población indígena tras la llegada de los españoles a nuestro territorio?
Respuestas
Respuesta:
La catástrofe demográfica en América tras la llegada de los europeos es, según muchos historiadores, un evento de gran disminución de la población indígena en América, experimentado por la llegada de los europeos. Sin embargo, para otros historiadores esto es una materia muy discutible. La determinación de esa posibilidad de disminución repentina de la población, donde se cree que la hubo, y sus causas siguen siendo objeto de una gran controversia y debate.
El número de indígenas que vivía en América en el momento en el que el primer viaje de Cristóbal Colón inició un periodo de contactos a gran escala de los habitantes del viejo mundo con América. El contacto de varias potencias europeas con lo que consideraron el Nuevo Mundo llevó a la conquista y colonización del continente americano por los habitantes de las futuras potencias coloniales, con emigrantes (no siempre voluntarios) del "Viejo Mundo", junto con otros obligados, estos mayoritariamente africanos como consecuencia de las predicaciones del Padre Las Casas 1 estableciéndose permanentemente en América.
Historiadores y demógrafos suelen coincidir en el hecho de que las enfermedades infecciosas inexistentes en América, portadas por los colonizadores europeos, principalmente la viruela, fueron el principal factor del colapso que afectó a la población indígena americana, que no poseía defensas contra las mismas. Hay que tener en cuenta, además de las enfermedades portadas por los primeros exploradores, la expansión que tuvieron las enfermedades venéreas del Caribe, especialmente la sífilis, como causa del colapso de la población, además de la muerte de indígenas causada en las guerras entre ellos y los españoles y sus auxiliares, también indígenas. Además, tenemos la variación sufrida en las condiciones de explotación de los indígenas por los nuevos señores. Los historiadores y demógrafos discrepan acerca de en qué grado contribuyeron unas y otras a la debacle demográfica, pero existe consenso sobre la realimentación de ambos grupos de causas.
En ocasión del Quinto Centenario de la llegada de los europeos a América, cumplido en 1992, diversas organizaciones indígenas, intelectuales y dirigentes políticos, principalmente americanos, renovaron los debates sobre el tema y denunciaron lo que a su criterio se trató de un genocidio.
Explicación:
Si bien los investigadores varían en sus estimaciones sobre la cantidad de habitantes que existía en América a la llegada de los conquistadores y el porcentaje en que disminuyó la población desde entonces, hay un consenso general en que, efectivamente la población americana disminuyó en el primer siglo de la conquista de América, y que esa disminución fue considerable.
Más allá de ese consenso general los investigadores se han dividido tradicionalmente en minimalistas y maximalistas según propongan cantidades más bajas o altas, tanto para la población precolombina como para la mortalidad posterior.
En la actualidad existen tres corrientes historiográficas con posturas divergentes respecto a la población americana precolombina:2
La corriente alcista, defendida fundamentalmente por algunos estudiosos estadounidenses. Estima la población americana previa a la llegada de Cristóbal Colón en 100 millones o más. Algunas de las estimaciones de esta postura alcista consideran que la población de la América precolombina ascendía a 700 millones como defiende Woodrow Borah (1964) o de 90 a 110 como estima Henry F. Dobbyns (1966).3
La corriente intermedia o alcista moderada, defendida por historiadores como Karl Theodor Sapper (1924), Paul Rivet (1924), Herbert Joseph Spinden (1928), William M. Denevan (1956), donde las estimaciones oscilan siempre entre 40 y 75 millones de personas.3
La corriente moderada o bajista, en la que las estimaciones nunca alcanzarían los 20 millones de habitantes. Defensores de posturas encuadrables en esta corriente son el hispanista y filólogo venezolano Ángel Rosenblat (1945) que calculaba que la población ascendería a unos 13,3 millones o el historiador Alfred Louis Kroeber (1939), que defiende una cifra más menguada aún, 8,4 millones de personas.3