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18
las nueve de la noche, la playa ya casi desierta, muy pocas personas se ven a estas horas, pero a mi me gusta bañarme y pasear en estos momentos en que el sol va desapareciendo sobre las montañas, dejando en medio de la bahía, un color rojizo, al otro lado la luna, que está casi entera, solo le falta crecer un poco para estar completamente llena.
Su color aun blanco, pero ya se empieza a oscurecer el cielo en esta parte de la bahía, el agua esta limpia y calida, pero no tiene sus tonos azules y verdosos de las mañanas, pero aun puedo distinguir los pequeños bancos de peces que corren por debajo de mis pies, procuro andar con sigilo, para disfrutar del momento y verlos correr de un sitio a otro, sin molestarlos, para disfrutar de su presencia.
Poco a poco el sol desaparece, pero de detrás de la montañas, sigue ese color rojo, que hace ver los árboles con tonos, distintos, la luna ya empieza a ***** su color y en medio de la inmensidad del cielo, sale el primer lucero, que va acompañando en este momento a la luna, que perdió a quien hasta ahora al otro extremo, le daba su luz y calor.
Estoy con mi querido marido y disfruto de estos momentos que en la vida a veces son escasos por no saberlos buscar, pero que están aquí a nuestro lado diciéndonos que los cojamos y los disfrutemos, en silencio, con amor, con paz y llenando nuestras almas de esa sensibilidad que estos momentos nos regalan.
saludos.☺
Su color aun blanco, pero ya se empieza a oscurecer el cielo en esta parte de la bahía, el agua esta limpia y calida, pero no tiene sus tonos azules y verdosos de las mañanas, pero aun puedo distinguir los pequeños bancos de peces que corren por debajo de mis pies, procuro andar con sigilo, para disfrutar del momento y verlos correr de un sitio a otro, sin molestarlos, para disfrutar de su presencia.
Poco a poco el sol desaparece, pero de detrás de la montañas, sigue ese color rojo, que hace ver los árboles con tonos, distintos, la luna ya empieza a ***** su color y en medio de la inmensidad del cielo, sale el primer lucero, que va acompañando en este momento a la luna, que perdió a quien hasta ahora al otro extremo, le daba su luz y calor.
Estoy con mi querido marido y disfruto de estos momentos que en la vida a veces son escasos por no saberlos buscar, pero que están aquí a nuestro lado diciéndonos que los cojamos y los disfrutemos, en silencio, con amor, con paz y llenando nuestras almas de esa sensibilidad que estos momentos nos regalan.
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