Respuestas
Hoy... en el día de cualquier año,
en el año de cualquier siglo,
en mis plenas facultades mentales y físicas
y asumiendo cuanto digo y escribo
declaro, que me declaro "Culpable".
Culpable de todo lo que no hice,
de todo lo que no he visto ni oído,
de las palabras que no dije a tiempo
y de las otras que nunca aprendí.
Me preocupé por cosas que jamás sucedieron,
y pasé gran parte de mi vida en sitios equivocados,
en horas equivocadas, con gentes equivocadas.
Declaro... que llegué tarde a todas las citas,
que no estuve nunca antes en ninguna parte,
que encontré la primavera florecida,
la tierra repartida y el cielo prometido.
Que todo lo que tengo es menos de lo que me falta,
que lo que creía, no lo creí después
y que cometí el peor de los errores,
soñé en un mundo de pesadillas.
Declaro también... que no hay nada más cierto
que nuestro pasar por la vida,
ni nada más falso que nuestra vida al pasar.
Que es feliz aquel que no quiere nada,
que no sabe nada,
que no se pregunta nada,
y que no se da cuenta de nada.
Que de una mano temblorosa,
puede caerse el amor que hay en ella.
Que todo lo que no se da, no se acumula...
se pierde.
Que todos somos al fin y al cabo,
esclavos de algún vicio o de alguna virtud,
que he sido fiel solamente a mis dudas,
y que el hombre más libre que conocí,
iba atado al corazón de una "Mujer".
Respuesta:
Con el ruido del eclipse
la noche quitó su enagua,
la luna del gran silencio
nuestra azotea palpaba
y mientras cubría tu rostro
el lucero de su andanada
yo te tenía en mis brazos
en el balcón de la playa.
Sobre la arena embestían
los toros bravos del agua
y traernos el océano
sus doce olas de plata
por la pampa de mi pecho
tu mejilla quedó varada.
En el mundo de los sueños
tus dos ojitos nadaban,
la brisa cruzó la costa
como una lengua salada
y el frescor de sus caricias
ponía en tus dos pestañas
la veleta de los trigos
y una sonrisa en mi cara.
¡Que alegría!, ¡que dulzura!
emanaba su joven alma,
mi hijo pequeño dormía
y algo bonito soñaba,
que por eso en mis dos ojos
la ternura vino a la fragua,
que tres meses tienen sus muecas
que sus labios son escarlata
y por su piel de alabastro
mi corazón se derrama.
Yo seguía tarareando
de mi garganta una nana
destrenzando pensamientos
en poesías trenzadas
del amor que llevo dentro
versado en notas doradas
cuando una fugaz estrella
con el polvo de sus alas
vino tras mi sonsonete
al ver como te besaba.
Yo dejé de cantar entonces
todavía lejos del alba
y al morir todas las luces
de neón desordenadas
prendió en toda su grandeza
el fulgor de la vía láctea.
El abrazo de la concha
en mis oídos silbaba,
la luna hecha de papiro
sobre ti se desgranaba
y en ese mismo momento
enmudecieron las arpas
de todos mis pensamientos
abriendo paso a las hadas
de ese paisaje de amor
que inconsciente regalabas,
sumiéndome por completo
en la atmósfera de la playa,
sumergiendo mi universo
en los sueños de tu mirada,
sintiendo el placer de amarte
rodeado de la dulce nada.
Explicación:
hay ta :D