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Respuesta:En el último inventario, los bancos de genes del mundo custodiaban cerca de 1,5 millones de muestras únicas de cultivos alimentarios y sus parientes silvestres, lo que ofrece a los fitomejoradores de todo el mundo una fuente casi inagotable de diversidad genética para los programas de mejoramiento de los cultivos. En México, por ejemplo, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y el Trigo (CIMMYT) tiene 22 000 muestras de maíz almacenadas a una temperatura de -3° C, en bóvedas especialmente diseñadas para garantizar la viabilidad de las semillas de 25 a 40 años.
Echemos un vistazo, en Mozambique, donde el maíz es un alimento básico. En el Instituto Nacional de Investigación Agrícola, de Maputo, se almacenan las semillas de maíz en refrigeradores, y cuatro fitomejoradores de nivel superior están al servicio de todo el país, repartiendo su tiempo entre el maíz, la yuca y los frijoles. La otra fuente de maíz mejorado que tiene el país, la empresa Mozambique Seed Company, abandonó desde hace algún tiempo su programa de maíz, al agotarse la financiación de los donantes. El resultado es que entre 1985 y 2001 el instituto sólo produjo unas cuantas variedades de maíz mejorado, que repercuten poco en la producción de maíz. Las cosechas de este cereal siguen promediando un rendimiento bajo de una tonelada por hectárea.
La situación del fitomejoramiento en Mozambique y los resultados de los estudios de la FAO sobre los programas de fitomejoramiento de otros 44 países en desarrollo se presentarán en el primer período de sesiones del órgano rector del Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura, que se lleva a cabo en Madrid del 12 al 16 de junio de 2006. En una actividad paralela especial la FAO propondrá una Iniciativa mundial para la creación de capacidad fitogenética (GIPB), con el fin de ayudar a los países en desarrollo a incrementar su productividad agrícola mediante el uso sostenible de los recursos fitogenéticos.
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