Respuestas
Respuesta:
Hasta aquí hemos considerado en este informe los datos que arroja el análisis comparando todos los diarios a medida que íbamos fijando la atención en cada una de las categorías en los discursos sobre violencia en la escuela. A partir de este momento vamos a comparar cuál es la elección con que cada periódico construye su propio discurso sobre La violencia. Tomando como herramienta la base de datos incluida en el CD anexo, pero esta vez utilizando el Programa SSPS y las tablas de contingencia para cada periódico, hemos construido un análisis que resume el discurso de cada periódico presentando primero una tabla para cada periódico donde, para cada variable de análisis, se consigna el recuento de sus categorías: cuando alguna categoría sólo aparece una vez, se trascribe su rótulo correspondiente; si aparece más veces, se señala entre paréntesis el número de apariciones; y si éste número supone una proporción mayoritaria respecto al total del mismo rango, el rótulo correspondiente de categoría va subrayado. A estas tablas les acompaña a continuación un resumen gráfico donde se puede visualizar fácilmente cómo cada periódico construye la elección de referencias a la violencia escolar en su discurso mediático. Se incluye un comentario de estos resultados para cada periódico de la muestra, resumiendo las características de su discurso canónico y una tabla general para cada periódico, donde se subrayan las categorías con una simple presencia, y aparecen en negrita aquellas significativamente frecuentadas.
Explicación:
Respuesta:
Uno de los interrogantes que actualmente cobra importancia en el ámbito de la escuela se refiere al tema de la violencia. Ahora bien, ¿qué es la violencia escolar? Intentar explicar qué se entiende por violencia escolar es complejo. La revisión de la literatura sobre el particular muestra una marcada tendencia a verla como un fenómeno que abarca distintas manifestaciones que comparten idéntico sustrato violento.
Por ejemplo, Olmedilla (2002) y Wallach (1996) exponen que, dentro del contexto escolar, se guardan en un mismo saco todas aquellas acciones que deslegitiman o que aminoran al otro. Las disrupciones en las aulas, los problemas de disciplina, el maltrato entre compañeros, el vandalismo, la violencia física, las agresiones, entre otras, se presentan como acciones violentas en las que los límites entre unas y otras no están claramente definidos, pero que remiten a un tipo particular de violencia: la violencia física o «visible a los ojos».
Sin embargo, otra perspectiva ha abierto paso a una nueva mirada de este fenómeno: la violencia «visible a los oídos». Con esta se hace referencia a la violencia que tiende a ser menos perceptible, pues no compromete ningún acto físico violento hacia el otro, sino a la que puede ejercerse a través del lenguaje, o, como afirma Flores (2002), es aquella con la que se puede «agredir o aminorar al otro desde un determinado discurso». Bakhtin, en su libro The Problem of Speech Genres, escribió: «Las formas de lenguaje y las formas típicas de pronunciación, esto es, los géneros discursivos, entran en nuestra experiencia y en nuestra conciencia en cercana conexión con otro» (Bakhtin, 1986, p. 78), y, en este sentido, se podría afirmar que nuestra manera de conocer y de darle sentido al mundo, tanto interno como externo, ha estado siempre pregnado del lenguaje.
Explicación: