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Con el fortalecimiento de las habilidades y la confianza de jóvenes y niños se fomentan la autoprotección y las redes de apoyo necesarias para combatir el riesgo de reclutamiento.
15 de octubre de 2014
Ejercicios con los niños de Unión Peneya en el taller fotográfico del pryecto ECHO-ACNUR "Niños de Paz".
Ejercicios con los niños de Unión Peneya en el taller fotográfico del pryecto ECHO-ACNUR “Niños de Paz”. © ACNUR/S.Beilmann
UNÓN PENEYA, Caquetá, Colombia, 15 de octubre de 2014 (ACNUR) – Un grupo de 30 niños, niñas, adolescentes y jóvenes de la Unión Peneya, una comunidad de 3.000 personas en el departamento de Caquetá, ha venido aprendiendo las técnicas elementales de la fotografía para documentar sus entornos y su vida cotidiana. Los talleres de fotografía, realizados gracias al apoyo del Departamento de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea, ECHO, se enfocan en asuntos como la importancia de la identidad, la comunidad y los derechos, temas que suelen quedar a la deriva en lugares donde permean el conflicto armado y las violaciones a los derechos humanos.
Cada jornada, que cuenta con el apoyo de jóvenes líderes de Unión Peneya, motiva a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes a pensar críticamente sobre su rol como miembro de la comunidad y los beneficios que puede obtener del uso de la cámara. La fotografía como expresión artística les ha ayudado a reconocerse dentro del presente contexto. Al mismo tiempo, les invita a proyectarse y a preguntarse qué es lo que realmente desean para el futuro, animándoles a superar los retos que enfrentan a diario, especialmente en el marco de un conflicto armado que no ha cesado en este departamento.
Con el fortalecimiento de las habilidades y la confianza de cada niño, niña, adolescente y joven se logra aumentar la autoprotección y se fomentan las redes de apoyo necesarias para combatir el riesgo de reclutamiento, un grave problema en la región de Caquetá.
Los talleres, además de promover el desarrollo personal, han promovido el sentido de pertenencia y el orgullo de vivir en Unión Peneya, un pueblo que por muchos años ha sido víctima de la violencia. En enero de 2004, unas 2.500 personas se vieron obligadas a huir del caserío tras el asesinato de dos miembros de la comunidad por grupos armados ilegales. Tres años más tarde, las familias tomaron la valiente decisión de regresar a sus hogares y recuperarlos de la maleza y el descuido que se habían apoderado de ellos. El reconocimiento a la tenacidad, voluntad y trabajo en equipo de esta comunidad llegó en 2009 al concedérsele el Premio Nacional de la Paz de Colombia.
En octubre de este año, ACNUR y ECHO, la Dirección General de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea, producirán un libro con fotos tomadas por los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de la Unión Peneya, el Catatumbo y Buenaventura. Cada foto será la prueba de lucha por permanecer en el territorio y por preservar la vida y la cultura. “Me gustaría que la gente que ve mis fotos mire los lindos paisajes que tiene la Unión Peneya, y por medio de las fotos cambiar el estereotipo que tienen de la Unión Peneya. Mucha gente de otra parte cree que Unión Peneya es `guerrilla’ y por medio de las fotos puedo cambiar su forma de pensar . . . “ dijo Andrés*, uno de los jóvenes que asiste a los talleres.
En 2012 se otorgó el Premio Nobel de la Paz a la Unión Europea, en reconocimiento de su contribución a la paz y los derechos humanos en Europa. La UE decidió duplicar el dinero del premio y – a través de la iniciativa “Niños de Paz” – dedicar ese monto a asistir a 23.000 niños afectados por el conflicto y el desplazamiento forzado en diferentes zonas del mundo, entre ellas Colombia.
Con el apoyo de ACNUR y el Secretariado Nacional de Pastoral Social, estos fondos han ayudado a cientos de menores, adolescentes y jóvenes a encontrar diferentes maneras de comprender el contexto donde viven y fortalecer sus capacidades para reconstruir el tejido social quebrantado por el conflicto armado y el desplazamiento forzado y así contribuir a la construcción de una cultura de paz.
*Nombre cambiado por motivo de protección
Por Susanne Beilmann en Unión Peneya, Caquetá, Colombia
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Un grupo de 30 niños, niñas, adolescentes y jóvenes de la Unión Peneya, una comunidad de 3.000 personas en el departamento de Caquetá, ha venido aprendiendo las técnicas elementales de la fotografía para documentar sus entornos y su vida cotidiana. Los talleres de fotografía, realizados gracias al apoyo del Departamento de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea, ECHO, se enfocan en asuntos como la importancia de la identidad, la comunidad y los derechos, temas que suelen quedar a la deriva en lugares donde permean el conflicto armado y las violaciones a los derechos humanos.
Cada jornada, que cuenta con el apoyo de jóvenes líderes de Unión Peneya, motiva a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes a pensar críticamente sobre su rol como miembro de la comunidad y los beneficios que puede obtener del uso de la cámara. La fotografía como expresión artística les ha ayudado a reconocerse dentro del presente contexto. Al mismo tiempo, les invita a proyectarse y a preguntarse qué es lo que realmente desean para el futuro, animándoles a superar los retos que enfrentan a diario, especialmente en el marco de un conflicto armado que no ha cesado en este departamento.
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