Respuestas
-Elegir el texto. Para hacerlo debes pensar en el destino del caligrama, si es para ti, si lo vas a regalar, si lo vas a usar como decoración.
-Escoge tu superficie. Un papel, una pared, la portada de un libro, una taza blanca… tú decides dónde plasmar tu poesía.
-El boceto será tu aliado. Armar un previo es vital para no equivocarte en la versión final; dibujarlo y calcular el tamaño que quieres que tenga el gráfico así como la extensión del texto te ayudará a lograr un caligrama funcional y entendible.
- Primero la base. Si lo vas a hacer en papel o cartón, lo primero es hacer el dibujo con líneas suaves y a lápiz, si harás un ave, dibuja su contorno, si pensaste en una espiral, dibújala suavemente.
- Las palabras toman su lugar. Lo siguiente es distribuir las palabras de tu poema o frase a lo largo de las líneas que dibujaste, primero como ensayo por si te sobran o te faltan. Quizá tu frase es muy corta y tu dibujo es el contorno de un cuerpo, ahí puedes alargar el tamaño de las letras o cambiar de dibujo base. Recuerda que, idealmente, el dibujo debe hacer alusión al contenido del texto.
- Prueba y error. Has las versiones que creas necesarias hasta lograr la que más te convenza, desde adecuar tamaños hasta cambiar formas.
- Fácil lectura. Una de las características del caligrama es que pueda ser leído sin girar la cabeza o el papel por lo que el texto deberá ir en orden descendente y de izquierda a derecha. Aquí puedes experimentar un poco pero recuerda que debe leerse con facilidad.
- Superficies no convencionales. Si quieres poner tu caligrama en una taza o pared, la precisión será tu mejor aliada, ten a la mano todos los materiales que necesites así como lo necesario para corregir errores, en caso de que sucedan.
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Explicación:
Elegir el texto. Para hacerlo debes pensar en el destino del caligrama, si es para ti, si lo vas a regalar, si lo vas a usar como decoración.
-Escoge tu superficie. Un papel, una pared, la portada de un libro, una taza blanca… tú decides dónde plasmar tu poesía.
-El boceto será tu aliado. Armar un previo es vital para no equivocarte en la versión final; dibujarlo y calcular el tamaño que quieres que tenga el gráfico así como la extensión del texto te ayudará a lograr un caligrama funcional y entendible.