Respuestas
Respuesta:
Una de las consignas más repetidas a la hora de rechazar los tratados de libre comercio o cualquier otra forma de liberalización comercial es que esto conllevaría un aumento irremediable en la desigualdad del país en cuestión, ya que, supuestamente, los únicos beneficiados serían los más ricos a través de las grandes empresas beneficiarias de esa mayor expansión comercial.
Este argumento ha sido aplicado de forma recurrente contra la globalización o la aprobación de grandes tratados de libre comercio, como los famosos TTIP (UE-EUU) o CETA (UE-Canadá). Sin embargo, estos argumentos no sostienen ni el más mínimo análisis y son rotundamente rechazados por la evidencia disponible.
Explicación:
Un reciente ejemplo de ello es el caso de la India analizado en este trabajo de Beyza Ural, de la Universidad de Alberta. En él se prueba que el comercio ha reducido la desigualdad en ese país. El análisis es relativamente simple: en un país en vías de desarrollo, la apertura comercial favorecerá, sobre todo, a los trabajadores menos cualificados con sueldos más altos, puesto que la demanda de mano de obra en esas industrias crecerá al tener la posibilidad de exportar más productos al exterior, mientras sus importaciones se centrarían en productos de alto valor añadido, lo cual perjudicaría, en todo caso, a los trabajadores mejor formados.