Respuestas
Cuando hablamos del conflicto hacemos referencia a las disputas, las diferencias, las controversias, las percepciones y los objetivos incompatibles entre individuos o grupos que interactúan en un espacio y un tiempo determinados. Si estas situaciones no se gestionan adecuadamente, pueden degenerar en tensiones. De hecho, es habitual considerar el conflicto como una experiencia negativa. La buena noticia es que es posible encontrar el lado bueno a las situaciones conflictivas: si somos capaces de abordarlas adecuadamente pueden tener una capacidad transformadora.
Para poder abordar estas situaciones desde un punto de vista positivo es indispensable conocer las causas que generan el conflicto y los diferentes mecanismos con que abordarlo e intentar resolverlo. De entrada, es importante tener claro que en los conflictos no hay buenos ni malos, sino intereses distintos. Una situación conflictiva surge de la confrontación entre personas que tienen objetivos, percepciones o expectativas incompatibles. En el seno de la familia, estas expectativas adquieren mayor intensidad, porque a ellas se suma una inevitable carga de emotividad. La familia es un ámbito en el que el conflicto aparece y tiende a enquistarse y a transmitirse a través de las generaciones si no se soluciona adecuadamente. Si además esa familia es propietaria de una empresa, sin duda estos conflictos afectarán a la gestión del negocio.
espero y te sea de ayuda :)