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Embalse: Cuando se construye una planta hidroeléctrica suele crearse un lago artificial (embalse) al cerrar el cauce de un río y de esa manera hacerlo desbordar. Los ecosistemas pre existentes se modifican profundamente ya que con los ecosistemas terrestres se vuelven ecosistemas acuáticos al ser inundados de forma permanente y parte del ecosistema lótico del río se vuelve ecosistema léntico.
Campos de cultivo: Su biotopo es tierra fértil. Este es un ecosistema que ha sido creado por el hombre desde hace 9.000 años. Existen variedad de ecosistemas, no sólo dependiendo del tipo de cultivo sino también de la forma de cultivo: si se utilizan o no fertilizantes, si se utilizan agroquímicos, etc. Las llamadas huertas orgánicas son campos de cultivos que no utilizan químicos artificiales sino que controlan la presencia de insectos a través de sustancias obtenidas de las mismas plantas. Por otro lado, en campos de cultivos industriales, todos los organismos presenten se encuentran bajo severo control, a través de químicos que impiden el crecimiento de gran parte de organismos, con excepción de aquello que se cultiva.
Minas a cielo abierto: Cuando se descubre un yacimiento de un material valioso en determinado territorio, el mismo puede ser explotado a través de la minería a cielo abierto. Si bien esta forma de minería es más barata que otras, también impacta mucho más profundamente en el ecosistema, creando uno propio. La vegetación de la superficie es eliminada, así como las capas superiores de la roca. En estas minas no sobreviven los vegetales pero sí pueden existir insectos y multitud de microorganismos. Debido al constante cambio realizado en el suelo de las minas, no se asienta ningún otro animal.
Invernadero: Son una forma particular de ecosistema de cultivo en que las temperaturas y la humedad son elevadas, aprovechando la concentración de la energía solar en un espacio delimitado. Este ecosistema, a diferencia de los campos de cultivo, no es afectado por el viento, la lluvia ni los cambios de temperatura, ya que todos esos factores (movimiento de aire, humedad, temperatura) se encuentran controlados por el hombre.
Jardines: Son ecosistemas similares a las praderas, pero con una variedad significativamente inferior de flora y fauna, ya que la flora es seleccionada por el hombre y la fauna suele incluir únicamente insectos, pequeños roedores y pájaros.
Arroyos: Pueden crearse artificialmente a partir de una fuente natural (un río o un lago) o artificial (agua bombeada). Se cava un cauce con la forma deseada y asegurando una pendiente en la dirección correcta. El cauce puede cubrirse con piedras o guijarros para garantizar que la erosión del paso del agua no cambiará la forma diseñada. El ecosistema de estos arroyos artificiales se inicia con los microorganismos que trae el agua consigo, depositando algas en el fondo y costados del río y atrayendo insectos. Si la fuente es natural, contendrá también los animales (peces y crustáceos) que vivían en el ecosistema de origen.
Medio urbano: Los pueblos y las ciudades constituyen ecosistemas que no existían previamente a la acción humana. Estos ecosistemas son los que más han variado en los últimos siglos, modificándose significativamente las especies que viven en ellos, así como los factores abióticos que interactúan con ellas. El único factor que ha permanecido invariable es la alta concentración de seres humanos, aunque esta ha ido en aumento. Los suelos tanto de pueblos como de ciudades son de materiales artificiales (con una reducida cantidad de “espacios verdes” con suelos naturales). Este ecosistema se extiende sobre el suelo hacia el espacio aéreo pero también subterráneamente, formando viviendas, depósitos, sistemas de desagüe, etc. En este ecosistema son habituales las plagas debida a la densidad de población.