Respuestas
Respuesta:
Cuando educamos a los niños, niñas y adolescentes para que
participen y expresen su opinión contribuimos a la formación de
sociedades más democráticas que busquen soluciones a conflictos
sobre la base del diálogo y al respeto de las posiciones contrarias.
La participación y expresión son valores esenciales en una comunidad pacífica, por lo tanto, todos/as estamos comprometidos/as a
inculcarlos a las futuras generaciones.
Por otro lado, el ejercicio de la participación de los niños, niñas
y adolescentes es la mejor expresión de su reconocimiento como
sujetos de derechos. Esto implica que los mismos son agentes activos
en la promoción y exigencia de los derechos de que son acreedores
por ser seres humanos. Al igual que los adultos, tienen derecho a
expresar su opinión sobre asuntos que le competen en el ámbito
familiar, escolar y comunitario. Igualmente, tienen la capacidad para
organizarse y plantear soluciones a problemas que les afectan.