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La música de los 2000 no pasó por MTV ni por la Rock n’ pop. Circuló por MySpace, por Napster, por Kazaa, por Taringa. La música de los 2000 no se circunscribió a un género emblemático ni tuvo un artista “faro”. Sí hubo momentos en que la crítica especializada, como la británica NME, se cansó de algunas bandas y consagró/armó un movimiento cabeza de playa (en ese caso, el llamado “retro-rock” o “garage-rock”), pero su alcance no fue tan monolítico como en el pasado.
La música de los 2000 fue la primera que no se planteó expresamente discutir con la generación anterior. Historia conocida: los punk de los 70 estaban cansados del rock sinfónico, entonces escribieron canciones de 2 minutos y tres acordes; en los 90, el grunge volvió a las guitarras distorsionadas tras el coqueteo grasa de los 80. Pero la música de los 2000 pudo tomar sus influencias de donde le pareciera y, así, armar un cóctel de sonidos auténticamente novedoso (un teclado disco de los 70 cabe perfectamente con un riff hard rock).
La música de los 2000 no vendió muchos discos ni agotó entradas para sus giras. De hecho, muchas de las grandes bandas de los 2000 nunca llegaron (ni llegarán, seguramente) a nuestro país. Los mega-grupos siguieron agotando estadios en todo el mundo, como en los 80 y 90’s. A nivel local se pudo ver la paradoja de que bandas que tocan en festivales como Glastonbury llenaran apenas El teatro de Colegiales o La trastienda.
La música de los 2000 se vio inundada, permeada y extasiada con la música electrónica. Antes la electrónica era una música de élite, por lo que significaba el costo y el manejo de los equipos. Desde la digitalización del audio (principios de los 80) se expandió hacia otros sonidos, pero recién en la segunda mitad de los 90 explotó la cultura dancer, con el surgimiento del house. En la década de los 2000 la música electrónica se mezcló con rock, con hip-hop, con reggae…
Los músicos, en los 2000, pudieron acceder a tecnologías de grabación y producción a un costo casi nulo y de excelente calidad. Programas de simulación de batería, de samples, de edición de audio, permitieron a aquellos con un poco de creatividad y maña grabar su propio disco en casa y subirlo a la web. Artistas muy conocidos de esta década lograron llegar a la fama de ese modo.
En el transcurso del verano, Fuera de contexto presentará una lista de los 10 mejores discos de la década (2000-2009). La idea no fue investigar la producción musical de todo el mundo, sino resaltar los discos que, en nuestra lectura, son claves para entender las líneas que desarrollamos más arriba y que representan lo que fue la música de los 2000.