Cuento de prudencia
Mateo vive con su familia en una población de Campeche, cerca del puerto de Lerma. Su papa trabaja en un
barco camaronero llamado Halachó junto con sus tíos y dos amigos. Mientras su padre está en altamar, su
mama se ocupa de Mateo, quien asiste a una primaria ubicada a dos kilómetros de su casa. Todas las
mañanas, después de desayunar, Mateo sale rumbo a la escuela. Su perro, Pirata, acostumbra ir con él y se
queda esperándolo afuera del salón de clases. A Mateo le encanta la pesca y suena con embarcarse un di A
en el Halach y ayudar a preparar los aparejos, tensar los cables y lanzar las redes de arrastre. Varias veces le
ha pedido a su papa que lo lleve, pero él siempre le responde que aún es pequeño para trabajar en un
barco camaronero. “Es una tarea pesada y peligrosa; necesitas ser mayor de edad para desempeñarla”, le
dice. Mientras llega el día en que Mateo pueda ir de pesca con los mayores, acostumbra pescar por su
cuenta. De camino a la escuela toma un desvió y, junto con Pirata, pasa junto a una laguna. Allí, en un lugar
secreto, sumerge en el agua una pequeña trampa hecha de alambre llamada nasa y la deja amarrada con
un cordel a los arbustos de la orilla. Por la tarde, al regresar del colegio, saca la trampa con las jaibas y los
camarones que cayeron en ella. Muy orgulloso llega a casa con sus presas y se las da a su mama para que
las cocine. Cierta mañana, después de dejar la trampa en la laguna, Mateo llego a la escuela. En cuánto
entro en el salón, su maestra anuncio: “Nos acaban de informar que una tormenta tropical se acerca a
puerto Lerma. Por esa razón hoy no habrá clases. Regresen a casa rápido y no salgan hasta que pase el
peligro”. Los alumnos se dirigieron a sus respectivos hogares a toda prisa.
Mateo estaba muy inquieto por su papa, quien esa mañana había salido a pescar. Temía que el Halach
naufragara. Sin embargo, al llegar a casa, su mama le dijo que la guardia costera había ordenado que todos
los barcos pesqueros volvieran a puerto. Esto lo tranquilizo, pues significaba que su papa estaría en
casa muy pronto.
Entonces, se acordó de la trampa. Con las prisas había olvidado recogerla Mateo no quería perder su nasa,
así que, aprovechando un descuido de su mama, salió de la casa y se encamino hacia la laguna. La lluvia
comenzaba a caer y el viento se hacía cada vez más intenso, pero a él no le importo Se dijo que, si se daba
prisa, podría estar de regreso antes de que se comenzara la tormenta. Llego hasta la orilla del agua y saco la
trampa, pero cuando quiso regresar, se desato el temporal. Cerca de allí había una cabaña deshabitada y
fue a refugiarse en ella. Mientras tanto, la mama de Mateo había notado la ausencia de su hijo y se alarmo
mucho. Poco después, llego su papa y entre los dos se pusieron a buscarlo. Ambos estaban angustiados.
Entonces se les ocurrió una idea: desataron a Pirata y le dijeron que buscara a su amo. El perro
comprendido la orden y salió corriendo seguido por el padre de Mateo. Pirata llego al lugar secreto a orillas
de la laguna. Allí, el papa estuvo llamando a gritos a su hijo. Este oyó el llamado pese al ruido del viento y
salió de la Cabana. Padre e hijo lograron regresar a casa cuando la tormenta estaba a punto de
transformarse en huracán. Se habían salvado por un pelo.
Responda:
1. ¿Crees que Mateo hizo bien en regresar al lago por la trampa que había olvidado?
2. ¿Consideras que el protagonista del cuento corrió con suerte al sobrevivir a la tormenta?
3. ¿Qué hubieras hecho en su caso?
4. ¿Cuál crees que sea la enseñanza contenida en este cuento?
5. ¿Qué ventajas y desventajas puede tener el exceso de prudencia?
Respuestas
Respuesta dada por:
5
Respuesta:
no entendi lo siento y solo por que no entendi no significa que mas a enviar a revision la repuesta OK
Explicación:
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